Carpinchos, Gliptodontes y otros vertebrados fósiles de la Península Valdés
22/10/2011 ; Casa de la Cultura de Pto. Madryn.
Dra. María Teresa Dozo; CENPAT
Hace 20 mill de años hubo una gran invasión marina producto de un hundimiento de la costa atlántica coincidente con el surgimiento de la Cordillera (reacomodamiento de las placas). El mar patagoniense cubrió parte de las actuales tierras de Argentina incluyendo la costa Sur de Buenos Aires, de Río Negro, de Chubut y de Santa Cruz. Un manto de sedimentos marinos de color blanquecino caracteriza la Formación Gaiman (donde se observan fósiles de tiburones, pingüinos, delfines carnívoros y ballenas), tipica de Bryn Gwyn y de Cerro Avanzado.
La última trasgresión marina, esta vez del mar entrerriense, ocurrió hace 10 mill de años y también incluyó la costa de Chubut, originándose un nuevo deposito de sedimentos marinos, esta vez de color ocre que es la Formación Puerto Madryn distinguible en nuestras bardas acantiladas en el estrato superior. (Estas invasiones marinas se dieron varias veces (más de diez) en diferentes eras geológicas. Hace 40 mill de años (Eoceno) el mar avanzó sobre la Patagonia que era una extensa llanura húmeda arbolada similar a las africanas con temperaturas elevadas (fósiles de mamíferos y de avispas) constituyendo la Formación Sarmiento). La formación Puerto Madryn tiene una rica malacofauna: ostreas, gasterópodos, turritelas, shell y vertebrados: peces, focas, pingüinos (Playa Villarino), dientes de tiburón, ballenas, delfines. Todo esto ya se conocía hace diez años, pero por entonces aparecieron restos fósiles nuevos y sorprendentes en la zona de Punta Delgada, sobre la costa en la Ea. La Pastosa. Esta vez no eran fósiles marinos sino de ambiente terrestre, concretamente mamíferos del genero de los carpinchos que en “Rincón Chico” descubrió por casualidad Claudio Campagna en una de sus jornadas de observación de elefantes marinos. Encontró una porción de cráneo, una mandíbula y dientes. Estos fósiles de carpinchos se hallaban en los niveles superiores (más nuevos) del acantilado que se denominan niveles rionegrenses porque corresponden a ambientes fluviales (de agua dulce). Al avanzar en la exploración, rescatar los bochones de yeso y estudiar los restos fósiles en laboratorio, encontraron muchos más cráneos (vivían en familias), partes de esqueletos, vértebras, fémures, húmeros, pelvis que correspondían a carpinchos de diferentes edades lo que surge del análisis de la dentición. Éstos carpinchos fósiles eran muy similares a los actuales (hicieron moldes intracraneanos para comparar los encéfalos) pero más chicos (la mitad de tamaño) y constituyen los ejemplares más australes que se han encontrado (hasta entonces se habían encontrado hasta Río Negro).
Carpincho adulto
En ésta asociación faunística de ambiente terrestre hallaron también fósiles de Gliptodontes, grandes armadillos con caparazón articulado en osteodermos (placas) que tienen gran valor sistemático porque estos tienen 10 mill de años (también aparecen en la formación Ituzaingó de Paraná, Entre Rios) mientras que restos de Gliptodontes hallados en la Pcia de Buenos Aires tienen 10.000 años.
Gliptodonte
Fragmento de una coraza de gliptodonte, Museo de La Plata, Argentina.
Ejemplar fósil de un Gliptodonte
También se hallaron restos de armadillos similares a nuestros piches y peludos, con caparazones de placas en bandas articuladas por membranas y un diente al menos de un Milodonte, emparentado con los osos perezosos y los Megaterios (mamíferos pilosos similares a osos).
1. Mylodon Robustus
También se hallaron huesos que corresponden a ungulados ( son mamíferos placentarios que se apoyan y caminan con el extremo de los dedos revestidos de pezuñas (o descienden de un animal que lo hacía). Son ejemplos el caballo y la cabra. Se trata del grupo de mamíferos más diverso que existe en la actualidad. Los últimos hallazgos fósiles y genéticos indican que los cetáceos deberían ser considerados, aunque parezca increíble decirlo, como ungulados descendientes de los Artiodáctilos), de un animal del grupo Lyptopterma similar a un caballo con trompa denominado Macrauchenia.
Macrauchenia
Hallaron además restos fósiles de un ave rapaz que predaba el ecosistema fluvial hace 10 mill de años y que era muy similar a la actual águila mora de Patagonia. Y restos de un Pato Siriri, el más antigüo de Patagonia. Y falanges de Fororraco
Carlos Ameghino hallo los primeros restos de un ave gigantesca llamada luego Phororharcos Longissimus el nombre castellanizado deriva de phorusrharcos, que en idioma griego significa" que lleva pico "
Florentino Ameghino creyó al principio que se trataba del extremo de un pico desdentado y lo describió como tal. Una expedición del museo hallo nuevos restos más completos, y el mismo Ameghino pudo efectuar nuevos estudios. Era sin dudas una de las aves más extrañas y terribles que haya habitado el planeta. Cuando se le examino el cráneo de 65 centímetros, fue lógica su atribución a un edentado anómalo. Fueron aves corredoras carnívoras que habitaron en la Argentina durante unos 50 millones de años, desde el eoceno hasta el plioceno.
Están relacionados con las Chuñas, tenían una alzada que vario entre los 50 cms y más de 2 metros. (según la especie) pero dentro de esta diversidad de tamaños, todas las especies compartían hábitos carnívoros, incluidos los carroñeros tenían una adaptación a la carrera, con una pérdida total o casi total del vuelo.
Se encontraron también bagres de río que aparecen en este caso demasiado al sur de su zona de dispersión natural, concluyéndose que se trataba de un ambiente mucho más cálido y húmedo que el actual, una especie de ecosistema fluvial con delta similar a la actual Bahía San Blas.
jueves, 27 de octubre de 2011
Origen del hombre en la Patagonia
Orígen del hombre. Evolución y su llegada al extremo Sur de América
Cátedra Abierta de Paleontología (UNPSJB)
Dr. Rolando González - Dr. Marcelo Tejedor – Dr. Diego Poll
El estrecho de Bering separa América de Asia. La teoría más aceptada indica que por allí entraron los primeros hombres que llegaron a América.
El poblamiento de América es el proceso por el cual se diseminó la especie humana en el continente americano. Los científicos no tienen dudas de que los seres humanos no son originarios de América, por lo que ésta fue poblada por hombres provenientes de otra parte. La evidencia paleoantropológica apoya la hipótesis de que los humanos llegaron a América procedentes de Siberia, en el extremo noreste de Asia.
Desde el punto de vista de la teoría del poblamiento tardío, los paleoamericanos entraron al continente durante la última glaciación, que permitió el paso hacia el Nuevo Mundo a través de Beringia. Este evento ocurrió entre 14 mil y 13 mil años A. P. Por otro lado, la teoría del poblamiento temprano dice que los humanos llegaron a América mucho antes, basados en el descubrimiento de restos cuyos fechamientos por carbono 14 dan una antigüedad mayor que 14 mil años A. P. A la investigación paleoantropológica se suma la información producida por la genética, que ha servido para reforzar algunas conjeturas sobre el origen de los americanos.
En general, se considera que la mayor parte de los indígenas americanos son descendientes de un grupo único proveniente del noreste o el oriente de Asia. Los pueblos de habla na-dené son descendientes de una segunda ola migratoria que se estableció en el norte de América, mientras que los esquimales llegaron al continente en el flujo migratorio más reciente. Después que los paleoamericanos entraron al continente, el paso de Beringia fue cubierto nuevamente por el mar, de modo que quedaron prácticamente aislados del resto de la humanidad. Salvo el caso de una breve colonización vikinga en la costa de Canadá y Groenlandia, no hay evidencia contundente que respalde un posible contacto transoceánico entre la América precolombina y el resto del mundo.
La teoría de la evolución de Charles Darwin (1809-1882) desarrollada tras su extendido viaje a bordo del HMS Beagle (1831-36) se basaba en un árbol evolutivo con un tronco común correspondiendo las distintas especies a las ramas y ramitas. En 1859 publica Darwin “El origen de las especies” y teoriza sobre los distintos mecanismos de evolución que llevaron a crear inmensas variedades de seres vivos que tienen un origen común.
Evolución de los Primates
En la Patagonia hubo Primates pues hay registros fósiles de Haplorrinos del período Cretácico de la Era Mesozoica aunque la mayor cantidad de fósiles se corresponde con el Eoceno, período Terciario, Era Cenozoica.
Los haplorrinos (Haplorrhini, del griego haplos, "simple", y rhinos, "nariz"), son un amplio suborden de primates entre los que se incluye el humano. Se llaman así porque carecen de una membrana alrededor de las narinas (rinario) y de vibrisas en el hocico, al contrario que los primates estrepsirrinos (Strepsirrhini) como los lémures. Estas dos características aparecen también en muchos otros mamíferos: ratas, perros, etc. El rinario suele estar dividido verticalmente en dos secciones y hay autores que consideran el surco de debajo de la nariz en Haplorrhini, vestigio de esta segmentación.
Todos los haplorrinos poseen un útero de cámara única, a excepción de los tarseros, que poseen útero bicorne como los estrepsirrinos. Suelen parir una única cría y el tiempo que pasan con ella es más largo que el de los Strepsirrhini. El cuerpo además tiende a ser más grande que en los Strepsirrhini y poseen un diámetro cerebral mayor y una visión más desarrollada, distinguiendo colores y llegando a ser casi todos diurnos.
Estos primates de Patagonia no tuvieron nada que ver con la evolución del hombre que está ligada a la evolución de los primates del viejo mundo. A pesar de ser formas de vida tropicales, existen fósiles en Patagonia demostrando con ello cuanto cambió nuestro clima en las distintas eras geológicas. Actualmente pueblan las selvas de América como el Amazonas y presentan gran diversidad con un registro de 16 géneros diferentes. En Sudamérica el registro fósil más antigüo está en Bolivia y el segundo en la Patagonia (Homúnculus patagonicus) . Los siguientes por orden de antigüedad están en Chile, Colombia, Cuba y recién después en Brasil. Hasta ahora se hallaron 29 fósiles de Platirrinos de unos 26 mill de años y unos 20 géneros de 20 a 10 mill de años.
El Homúnculus Patagonicus lo encontró Ameghino en 1891 en Chubut, en la Pampa de Sacanana. Sobre la costa atlántica de Santa Cruz, en los acantilados, se encuentran fósiles de primates y también en la zona intermareal. En Gaiman hacia 1951 se halló un fósil de Dolichocebus gaimanensis. En Santa Cruz hay una importante formación llamada Pinturas caracterizada por gredas blancas, que presenta fósiles de 17 mill de años. El Soriacerum ameghinorum de 1987 tiene molares adaptados para masticas frutos duros y hay allí un cerro llamado “de los monos” por los registros fósiles de primates. En el Norte de la ría de Gallegos hay también restos fósiles de primates en la Ea. Killik Aike Norte, en las barrancas costeras, en un estrato de cenizas volcánicas de 16,5 mill de años. En la Gran Barranca del lago Colhué Huapi se hallaron fósiles de primates de 20 mill de años.
Es difícil – con los conocimientos adquiridos hasta el presente – especular sobre la forma en que llegaron estos primates a la Patagonia ya que no existían “puentes” con el viejo mundo hace 20 mill de años. La elevación de la Codillera hace 15 mill de años cambió el ecosistema y se dio una dispersión y migración por el Oeste hacia el Norte, a lo largo de la Cordillera porque la transgresión del Mar Paranaense inundó el Este y Centro de la actual Patagonia.
Durante gran parte de los períodos Paleógeno y Neógeno, como consecuencia de la formación de la Cordillera de los Andes, la placa continental sudamericana -Patagonia incluida- sufrió enormes esfuerzos de contracción y extensión, que elevaban y hundían el terreno intermitentemente. Los hundimientos permitían que el océano Atlántico ingresara al continente, depositando sedimentos cargados de restos de organismos marinos.
Hace entre 5 y 14 millones de años se produjo la última gran ingresión atlántica, que invadió la mayor parte del actual territorio argentino. Los fósiles depositados por esta ingresión se encontraron por primera vez en las barrancas del río Paraná, unos 1000 kilómetros al norte del límite septentrional de la Patagonia. Es por ello que al mar que cubría la Argentina en esa época se lo llama Mar Paranaense.
Los Homínidos son monos del Viejo Mundo integrados en los Catarrinos. (Los catarrinos, también llamados cercopitecoideos, son unos primates del suborden de los antropideos, habitantes del hemisferio oriental, con tabique internasal delgado aberturas nasales dirigidas hacia abajo y dentadura idéntica a la humana en número de dientes y fórmula dentaria. Tienen callosidades isquiáticas y carecen de cola, o cuando la tienen nunca es prensil. Comprende las familias de los cercopitécidos y símidos)
Son Homínidos los Gorilas que hace 9 mill de años se diferenciaron dando lugar al “linaje del hombre”. Los Chimpancés se diferenciaron hace 6 mill de años y el Humano hace 0,2 mill de años con varias especies que se extinguieron con el tiempo.
En el Sahara se halló el Sahelantropus Chadensis de hace 6 mill de años y a partir del mismo aparecieron fósiles más “modernos”.
En las selvas tropicales hallamos el Gorila que tiene un marcado dimorfismo sexual, viven en familia, aprenden lenguaje de signos y son vegetarianos.
En las selvas tropicales pero también en sabánas arboladas, hallamos los Chimpancés que tienen 3 o 4 subespecies, comen vegetales, termitas y pequeños mamíferos, poseen grandes capacidades cognitivas potenciales y hasta aprendizaje de lenguajes, tienen reconocimiento en el espejo e incluso fabrican y usan herramientas.
De los Homínidos más antiguos tenemos al Australopithecus aforensis de hace 3,5 mill de años cuyos restos se hallaron en las barrancas del Nilo y en Etiopía; caminaba erguido en dos patas. En el sur de África, en Transvaal, evolucionó el Australopithecus africanus hace 3 mill de años con un cráneo más humano, vivían en cuevasen un hábitat de sabana abierta. También tenemos a los Parantropus de 2 mill de años que se parecen más a los gorilas que los Australopithecus y habitaban lo que es hoy Kenia y Tanzania. En esta misma zona, en el valle del Rif del Bajo Nilo, se hallaron restosde pariente humano más antiguo que fue el Homo hábiles de 1,5 mill de años. El Homo erectus habitó Siria, India, China, todo el SE asiático e Indonesia hace 1,8 mill de años y hasta hace 0,3 mill de años; medían 1,80 m de altura y desarrollaron la industria lítica Achilense que era de 2 fases, simétrica. Homo Heidelbergensis y H. Neanderthalensis (0,8 – 0,2 mill años) son estadios pre-neanderthal hallados desde Portugal hasta Ucrania y también en el Norte africano, era época de glaciaciones y sobrevivían refugiándose en cuevas en las zonas más cálidas (donde hoy día veraneamos) pero también tenían adaptación para climas fríos como los grandes senos nasales.
Aparece el ser humano en el período cuaternario de la era cenozoica
Se puede asimilar la migración con la difusión cultural, que es mucho más rápida que la evolución genética. Hubo muchísimos cambios culturales que condicionaron la evolución del hombre. Con respecto a los alimentos, los centros de orígen de las especies vegetales (maíz, papa, etc) no son hoy en día las zonas agrícolas más excelentes. Y por ejemplo siendo el maíz un alimento tan destacado e importante a través de la historia, sin duda las poblaciones que tenían capacidad de producir amilasa para digerirlo, se beneficiaron y gozaron de selección positiva con respecto a las poblaciones que no la tenían. La evolución cultural es el mayor factor de cambio. “El medio ambiente cultural es más importante que el natural”. Al respecto, los primeros españoles llegados a América se preguntaron sobre el orígen de los aborígenes de las diferentes regiones porque si bien correspondían todos a un mismo tipo de homínido, la diversidad cultural es enorme, especialmente en lo lingüistico.
Veamos los hallazgos registrados en América del Sur y la datación correspondiente:
13.000 años de antigüedad en Monte Verde, Chile, frente a Chiloé. (Monte Verde es un importante yacimiento arqueológico descubierto en 1976. Es un asentamiento humano del pleistoceno tardío ubicado en la Región de Los Lagos, en el sur de Chile. Es, con una edad de 14 800 años antes del presente, uno de los asentamientos humanos más antiguos descubiertos en toda América).
10.000 años de antigüedad en el sitio Tres Arroyos de Tierra del Fuego. Fijarse que el Estrecho de Magallanes que separa la isla del continente se formó hace 8.000 años; es decir que la isla estaba habitada 2.000 años antes y eso explica las diferencias grandes entre los Tehuelches continentales y los pueblos de la Isla: Onas, Yamanas y Alacalufes. (se recuperó un esqueleto humano completo y articulado. El mismo corresponde a un individuo de sexo posiblemente femenino, cuya edad estaría entre 20 y 24 años Se hallaba genuflexionado sobre su lado derecho. Su estado de preservación es relativamente bueno; las piezas óseas presentan un aspecto muy porótico y las piezas dentales están todas presentes, con marcado desgaste y exposición de dentina secundaria).
6.000 años de antigüedad fósiles en golfos patagónicos.
Es significativo que las poblaciones en la Patagonia eran de una bajísima densidad de individuos:4 individuos cada 100 km2 y esto está en estrecha relación con la baja productividad de los ecosistemas.
Cátedra Abierta de Paleontología (UNPSJB)
Dr. Rolando González - Dr. Marcelo Tejedor – Dr. Diego Poll
El estrecho de Bering separa América de Asia. La teoría más aceptada indica que por allí entraron los primeros hombres que llegaron a América.
El poblamiento de América es el proceso por el cual se diseminó la especie humana en el continente americano. Los científicos no tienen dudas de que los seres humanos no son originarios de América, por lo que ésta fue poblada por hombres provenientes de otra parte. La evidencia paleoantropológica apoya la hipótesis de que los humanos llegaron a América procedentes de Siberia, en el extremo noreste de Asia.
Desde el punto de vista de la teoría del poblamiento tardío, los paleoamericanos entraron al continente durante la última glaciación, que permitió el paso hacia el Nuevo Mundo a través de Beringia. Este evento ocurrió entre 14 mil y 13 mil años A. P. Por otro lado, la teoría del poblamiento temprano dice que los humanos llegaron a América mucho antes, basados en el descubrimiento de restos cuyos fechamientos por carbono 14 dan una antigüedad mayor que 14 mil años A. P. A la investigación paleoantropológica se suma la información producida por la genética, que ha servido para reforzar algunas conjeturas sobre el origen de los americanos.
En general, se considera que la mayor parte de los indígenas americanos son descendientes de un grupo único proveniente del noreste o el oriente de Asia. Los pueblos de habla na-dené son descendientes de una segunda ola migratoria que se estableció en el norte de América, mientras que los esquimales llegaron al continente en el flujo migratorio más reciente. Después que los paleoamericanos entraron al continente, el paso de Beringia fue cubierto nuevamente por el mar, de modo que quedaron prácticamente aislados del resto de la humanidad. Salvo el caso de una breve colonización vikinga en la costa de Canadá y Groenlandia, no hay evidencia contundente que respalde un posible contacto transoceánico entre la América precolombina y el resto del mundo.
La teoría de la evolución de Charles Darwin (1809-1882) desarrollada tras su extendido viaje a bordo del HMS Beagle (1831-36) se basaba en un árbol evolutivo con un tronco común correspondiendo las distintas especies a las ramas y ramitas. En 1859 publica Darwin “El origen de las especies” y teoriza sobre los distintos mecanismos de evolución que llevaron a crear inmensas variedades de seres vivos que tienen un origen común.
Evolución de los Primates
En la Patagonia hubo Primates pues hay registros fósiles de Haplorrinos del período Cretácico de la Era Mesozoica aunque la mayor cantidad de fósiles se corresponde con el Eoceno, período Terciario, Era Cenozoica.
Los haplorrinos (Haplorrhini, del griego haplos, "simple", y rhinos, "nariz"), son un amplio suborden de primates entre los que se incluye el humano. Se llaman así porque carecen de una membrana alrededor de las narinas (rinario) y de vibrisas en el hocico, al contrario que los primates estrepsirrinos (Strepsirrhini) como los lémures. Estas dos características aparecen también en muchos otros mamíferos: ratas, perros, etc. El rinario suele estar dividido verticalmente en dos secciones y hay autores que consideran el surco de debajo de la nariz en Haplorrhini, vestigio de esta segmentación.
Todos los haplorrinos poseen un útero de cámara única, a excepción de los tarseros, que poseen útero bicorne como los estrepsirrinos. Suelen parir una única cría y el tiempo que pasan con ella es más largo que el de los Strepsirrhini. El cuerpo además tiende a ser más grande que en los Strepsirrhini y poseen un diámetro cerebral mayor y una visión más desarrollada, distinguiendo colores y llegando a ser casi todos diurnos.
Estos primates de Patagonia no tuvieron nada que ver con la evolución del hombre que está ligada a la evolución de los primates del viejo mundo. A pesar de ser formas de vida tropicales, existen fósiles en Patagonia demostrando con ello cuanto cambió nuestro clima en las distintas eras geológicas. Actualmente pueblan las selvas de América como el Amazonas y presentan gran diversidad con un registro de 16 géneros diferentes. En Sudamérica el registro fósil más antigüo está en Bolivia y el segundo en la Patagonia (Homúnculus patagonicus) . Los siguientes por orden de antigüedad están en Chile, Colombia, Cuba y recién después en Brasil. Hasta ahora se hallaron 29 fósiles de Platirrinos de unos 26 mill de años y unos 20 géneros de 20 a 10 mill de años.
El Homúnculus Patagonicus lo encontró Ameghino en 1891 en Chubut, en la Pampa de Sacanana. Sobre la costa atlántica de Santa Cruz, en los acantilados, se encuentran fósiles de primates y también en la zona intermareal. En Gaiman hacia 1951 se halló un fósil de Dolichocebus gaimanensis. En Santa Cruz hay una importante formación llamada Pinturas caracterizada por gredas blancas, que presenta fósiles de 17 mill de años. El Soriacerum ameghinorum de 1987 tiene molares adaptados para masticas frutos duros y hay allí un cerro llamado “de los monos” por los registros fósiles de primates. En el Norte de la ría de Gallegos hay también restos fósiles de primates en la Ea. Killik Aike Norte, en las barrancas costeras, en un estrato de cenizas volcánicas de 16,5 mill de años. En la Gran Barranca del lago Colhué Huapi se hallaron fósiles de primates de 20 mill de años.
Es difícil – con los conocimientos adquiridos hasta el presente – especular sobre la forma en que llegaron estos primates a la Patagonia ya que no existían “puentes” con el viejo mundo hace 20 mill de años. La elevación de la Codillera hace 15 mill de años cambió el ecosistema y se dio una dispersión y migración por el Oeste hacia el Norte, a lo largo de la Cordillera porque la transgresión del Mar Paranaense inundó el Este y Centro de la actual Patagonia.
Durante gran parte de los períodos Paleógeno y Neógeno, como consecuencia de la formación de la Cordillera de los Andes, la placa continental sudamericana -Patagonia incluida- sufrió enormes esfuerzos de contracción y extensión, que elevaban y hundían el terreno intermitentemente. Los hundimientos permitían que el océano Atlántico ingresara al continente, depositando sedimentos cargados de restos de organismos marinos.
Hace entre 5 y 14 millones de años se produjo la última gran ingresión atlántica, que invadió la mayor parte del actual territorio argentino. Los fósiles depositados por esta ingresión se encontraron por primera vez en las barrancas del río Paraná, unos 1000 kilómetros al norte del límite septentrional de la Patagonia. Es por ello que al mar que cubría la Argentina en esa época se lo llama Mar Paranaense.
Los Homínidos son monos del Viejo Mundo integrados en los Catarrinos. (Los catarrinos, también llamados cercopitecoideos, son unos primates del suborden de los antropideos, habitantes del hemisferio oriental, con tabique internasal delgado aberturas nasales dirigidas hacia abajo y dentadura idéntica a la humana en número de dientes y fórmula dentaria. Tienen callosidades isquiáticas y carecen de cola, o cuando la tienen nunca es prensil. Comprende las familias de los cercopitécidos y símidos)
Son Homínidos los Gorilas que hace 9 mill de años se diferenciaron dando lugar al “linaje del hombre”. Los Chimpancés se diferenciaron hace 6 mill de años y el Humano hace 0,2 mill de años con varias especies que se extinguieron con el tiempo.
En el Sahara se halló el Sahelantropus Chadensis de hace 6 mill de años y a partir del mismo aparecieron fósiles más “modernos”.
En las selvas tropicales hallamos el Gorila que tiene un marcado dimorfismo sexual, viven en familia, aprenden lenguaje de signos y son vegetarianos.
En las selvas tropicales pero también en sabánas arboladas, hallamos los Chimpancés que tienen 3 o 4 subespecies, comen vegetales, termitas y pequeños mamíferos, poseen grandes capacidades cognitivas potenciales y hasta aprendizaje de lenguajes, tienen reconocimiento en el espejo e incluso fabrican y usan herramientas.
De los Homínidos más antiguos tenemos al Australopithecus aforensis de hace 3,5 mill de años cuyos restos se hallaron en las barrancas del Nilo y en Etiopía; caminaba erguido en dos patas. En el sur de África, en Transvaal, evolucionó el Australopithecus africanus hace 3 mill de años con un cráneo más humano, vivían en cuevasen un hábitat de sabana abierta. También tenemos a los Parantropus de 2 mill de años que se parecen más a los gorilas que los Australopithecus y habitaban lo que es hoy Kenia y Tanzania. En esta misma zona, en el valle del Rif del Bajo Nilo, se hallaron restosde pariente humano más antiguo que fue el Homo hábiles de 1,5 mill de años. El Homo erectus habitó Siria, India, China, todo el SE asiático e Indonesia hace 1,8 mill de años y hasta hace 0,3 mill de años; medían 1,80 m de altura y desarrollaron la industria lítica Achilense que era de 2 fases, simétrica. Homo Heidelbergensis y H. Neanderthalensis (0,8 – 0,2 mill años) son estadios pre-neanderthal hallados desde Portugal hasta Ucrania y también en el Norte africano, era época de glaciaciones y sobrevivían refugiándose en cuevas en las zonas más cálidas (donde hoy día veraneamos) pero también tenían adaptación para climas fríos como los grandes senos nasales.
Aparece el ser humano en el período cuaternario de la era cenozoica
Se puede asimilar la migración con la difusión cultural, que es mucho más rápida que la evolución genética. Hubo muchísimos cambios culturales que condicionaron la evolución del hombre. Con respecto a los alimentos, los centros de orígen de las especies vegetales (maíz, papa, etc) no son hoy en día las zonas agrícolas más excelentes. Y por ejemplo siendo el maíz un alimento tan destacado e importante a través de la historia, sin duda las poblaciones que tenían capacidad de producir amilasa para digerirlo, se beneficiaron y gozaron de selección positiva con respecto a las poblaciones que no la tenían. La evolución cultural es el mayor factor de cambio. “El medio ambiente cultural es más importante que el natural”. Al respecto, los primeros españoles llegados a América se preguntaron sobre el orígen de los aborígenes de las diferentes regiones porque si bien correspondían todos a un mismo tipo de homínido, la diversidad cultural es enorme, especialmente en lo lingüistico.
Veamos los hallazgos registrados en América del Sur y la datación correspondiente:
13.000 años de antigüedad en Monte Verde, Chile, frente a Chiloé. (Monte Verde es un importante yacimiento arqueológico descubierto en 1976. Es un asentamiento humano del pleistoceno tardío ubicado en la Región de Los Lagos, en el sur de Chile. Es, con una edad de 14 800 años antes del presente, uno de los asentamientos humanos más antiguos descubiertos en toda América).
10.000 años de antigüedad en el sitio Tres Arroyos de Tierra del Fuego. Fijarse que el Estrecho de Magallanes que separa la isla del continente se formó hace 8.000 años; es decir que la isla estaba habitada 2.000 años antes y eso explica las diferencias grandes entre los Tehuelches continentales y los pueblos de la Isla: Onas, Yamanas y Alacalufes. (se recuperó un esqueleto humano completo y articulado. El mismo corresponde a un individuo de sexo posiblemente femenino, cuya edad estaría entre 20 y 24 años Se hallaba genuflexionado sobre su lado derecho. Su estado de preservación es relativamente bueno; las piezas óseas presentan un aspecto muy porótico y las piezas dentales están todas presentes, con marcado desgaste y exposición de dentina secundaria).
6.000 años de antigüedad fósiles en golfos patagónicos.
Es significativo que las poblaciones en la Patagonia eran de una bajísima densidad de individuos:4 individuos cada 100 km2 y esto está en estrecha relación con la baja productividad de los ecosistemas.
Mares,dinosaurios y bosques del pasado patagonico
Mares, dinosaurios y bosques del pasado patagónico
Cátedra abierta de Paleontología (UNPSJB) 25/8/2011
Dr. Ignacio Cappa; Dr. Diego Poll
Los fósiles más antigüos que se encontraron en Chubut son de los períodos Carbonífero (hace 300 a 400 millones de años: bosques de helechos y reptiles) y Pérmico (hace 290 millones de años: aparecen los primeros dinosaurios) de la Era Paleozoica. En cuanto a la era Mesozoica, no hay registros de fósiles del período Triásico, pero sí de los períodos Jurásico y Cretácico existiendo de ahí en más un registro continuo hasta nuestros días.
El primer mapa geológico de la Patagonia lo realizó Charles Darwin hacia 1844. Desde allí, hasta los mapas del Segemar que se utilizan actualmente, pasó un largo recorrido.
Desde el Eón Precámbrico (4650-900 millones de años) la litósfera sólida conformando “placas” se apoya en una capa de convección magmática y esas placas, que están en permanente movimiento, fueron migrando a lo largo de las eras geológicas: Pangea, Gondwana y distintas migraciones continentales.
Distribución de los continentes hace 470 millones de años durante el Ordovícico Medio, antes de la formación de Pangea. Los tres pequeños continentes son Laurentia, Siberia y Báltica, mientras que el más grande es Gondwana.
Durante el periodo entre finales del Precámbrico y el Paleozoico la mayor parte de la evidencia de la historia temprana de la Tierra fue destruida por la erosión. Desde el inicio del Paleozoico, los mares poco profundos invadieron los continentes.La configuración de los continentes era muy diferente de la actual. En primer lugar, en esta era se dan al menos dos orogenias, la Caledoniana (durante el Silúrico superior) y la Herciniana (en el Permocarbonífero), que afectaron a toda la superficie terrestre, generando cadenas montañosas como, por ejemplo, el macizo Hespérico en el hemisferio norte; aunque como se ha dicho, sus huellas se detectan por todo el globo.
De la última parte de la era Paleozoica, de los Períodos Carbonífero y del Pérmico, son los mares y las plantas fósiles más antigüas que se encontraron en la Patagonia. Se encuentran en la precordillera chubutense, en Colán Conhué, en las Sierras de Tepuel cerca de Tecka y en Nueva Lubecka en la zona del río Genoa. Aquí hay un yacimiento de sedimentos marinos (Cuenca Tepuel-Genoa) de 7 km de espesor estratigráfico y en Nueva Lubecka hay fósiles continentales. También existen fósiles de estos períodos geológicos (Carbonífero y Pérmico) en Rio Senguerr. Llegando al río Genoa, de Norte a Sur, sobre la ruta 40 se observan afloramientos de rocas oscuras donde se encuentran fósiles de invertebrados marinos originarios de una invasión marina desde el Oeste. Durante la era Paleozoica hubo también una época de hielo y la disposición de los continentes era muy similar a Pangea.
Pangea (Pangaea) fue el supercontinente formado por la unión de algunos continentes actuales que se cree que existió durante las eras Paleozoica y Mesozoica, antes de que los continentes que lo componían fuesen separados por el movimiento de las placas tectónicas y conformaran su configuración actual. Este nombre aparentemente fue usado por primera vez por el alemán Alfred Wegener, principal autor de la teoría de la deriva continental, en 1912. Procede del prefijo griego "pan" que significa "todo" y de la palabra en griego "gea" "suelo" o "tierra" (Γαῖα Gaĩa, Γαῖη Gaĩê o Γῆ Gễ). De este modo, quedaría una palabra cuyo significado es "toda la tierra".
Se cree que la forma original de Pangea era una masa de tierra con forma de "C" distribuida a través del Ecuador. Ya que el tamaño masivo de Pangea era muy amplio, las regiones internas de tierra debieron ser muy secas debido a la falta de precipitación. El gran supercontinente habría permitido que los animales terrestres emigraran libremente desde el Polo Sur al Polo Norte. Al extenso océano que una vez rodeó al supercontinente de Pangea se le ha denominado Pantalasa (Panthalassa).
Se estima que Pangea se formó a finales del período Pérmico (hace aproximadamente 300 millones de años) cuando los continentes, que antes estaban separados, se unieron formando un sólo supercontinente rodeado por un único mar.
Las líneas marcadas sobre Pangea señalan las masas de tierra que se separarían para formar los continentes actuales.
En la Formación Jaramillo que forma parte de la Cuenca Tepuel-Genoa, solo hay fósiles vegetales de Gimnospermas y de improntas que corresponden a los períodos Carbonífero y Pérmico. También se encuentran fósiles de bivalvos y de Gasterópodos del Carbonífero bajo, mientras que del Carbonífero medio alto se encuentran fósiles de invertebrados braquiópodos y de bivalvos que son los más abundantes. Del Pérmico hay una cronología relativa derivada de la estratigrafía, bastante completa. Del nivel más bajo del Pérmico aparece un braquiópodo univalvo y ya en el siguiente nivel se encuentran fósiles de un braquiópodo bivalvo. De esta forma, por la diferente antigüedad de los fósiles, se va armando la edad relativa de cada estrato sedimentario. Lo curioso es que en todos los casos, los fósiles corresponden a especies que desarrollaban en aguas de bajas temperaturas. Hay braquiópodos que aparecen en estos sitios de Patagonia y también en Siberia y en Yukón (Canadá) por lo que se especula con una conexión austral-boreal y con grandes similitudes con los fósiles del NE de Asia para esos mismos períodos geológicos.
Como decíamos, la mayor cantidad de fósiles e improntas de plantas corresponden al Pérmico inferior y se encuentran el la Cuenca Tepuel-Genoa. En este caso se trata de flora de zonas cálidas, especialmente improntas de helechos que se encuentran sobre lajas.
Helecho (Carbonífero)
Al respecto hay una teoría de que la Patagonia era un Continente Alóctono (aislado) que migraba independientemente hasta que colisionó con el Continente Americano en el Paleozoico aproximadamente en la línea actual de los ríos Barrancas y Colorado, al sur de la Pcia de la Pampa.
El Período Jurásico (200-250 millones de años) es de mucha importancia por los depósitos fósiles del ecosistema terrestre de Paso de Indios y Cerro Cóndor. En la Cuenca de Cañadón Asfalto (centro de la Pcia de Rio Negro y de Chubut) hace 170 millones de años, había un ambiente fluvial-lacustre con elevadas temperaturas. Este ambiente sufrió el impacto del vulcanismo explosivo con grandes depósitos piroclásticos y de ceniza volcánica provenientes de la zona andina. Pero no nos anticipemos demasiado; en el Jurásico se comienza a separar Pangea migrando América del Norte de América del Sur, la Antártida y Australia. Se encuentran entonces muchas variedades de dinosaurios, pterodáctilos, anuros (ranas), cocodrilos, tortugas. Los dinosaurios habían aparecido en el Triásico pero se diversifican en el Jurásico hallándose una gran variedad en el posterior período Cretácico. Lo mismo ocurre con los mamíferos que adquieren diversidad durante el Jurásico.
En la formación Cañadón Asfalto (Cerro Cóndor) sobre la ruta 12, se encuentran rocas rojizas que delatan sedimentos de fondos lacustres con mucho material fósil de improntas vegetales y animales. Allí se encontraron los restos fosilizados de un nuevo dinosaurio Saurópodo que exitió hace 170 millones de años y que aún no tiene nombre, afín al Patagosaurus (herbívoro gigantesco). También se encontró un nuevo dinosaurio carnívoro de unos 8 m de largo, bípedo y afín a la familia de los Abelisauridos que unos 100 millones de años más tarde incluría al Carnotaurus que existió hace 70 mill de años. Las vértebras de este dino tienen un tejido esponjoso que no existe en los otros. También se halló un Heterontosaurio muy pequeño, un herbívoro de 70 cm cuya impronta quedó sobre una laja del fondo del lago. Tenía los dientes en disposición palmada, como un pico plano, se denominó Manidens condoriensis y está relacionado con dinos del sur de África que estaba cercana a Patagonia en tiempos de Gondwana (ver esquema de Pangea más arriba)
En la Sierra de Taquetrén hay una formación llamada La Leonera donde se encontró un dinosaurio fósil al que se denominó Leonesaurus taquetrensis, muy similar a los Saurópodos posteriores en el tiempo que conocemos más, pero era un animal cuadrúpedo enorme, de 30 m de longitud.
Del período Jurásico son los fósiles de troncos y conos de Araucaria Chubutensis y los helechos como Osminadopsis rafaelli.
El último período de la era Mesozoica fue el Cretácico, de 145 a 65 mill de años y sus fósiles existen en afloramientos de color blanco del Centro Norte de Chubut (Grupo Chubut, de 125 a 100 mill años) y verdosos del Grupo La Colonia de 85 a 65 mill de años. Por entonces se estaban separando América del Sur y la Antártida y se diferenciaban los actuales continentes.
En el Grupo Chubut hay fósiles de dinosaurios, tortugas y cocodrilos. Se hallaron dinos Saurópodos, herbívoros que caminaban en 4 patas y sus huevos fosilizados y también dinos Terópodos, carnívoros, que lo hacían en 2 patas como el Tiranotitán. Cocodrilos Barsinosuchus, Tortugas de agua dulce Prochelidilla y tortugas terrestres Chubutemys de 80 cm que tenían cráneos con cuernos.
En el Grupo La Colonia hay dinosaurios y mamíferos. Allí aparecieron los dinosaurios carnívoros denominados Carnotaurus, las tortugas de agua dulce Patagoniaemys (también con cuernos), mamíferos pequeños y dinosaurios marinos como los Plesiosaurios que tenían los miembros transformados en aletas natatorias. También hay fósiles vegetales como la flor de loto Nelumbo sp y conos de Araucaria e improntas en piedra de hojas de araucarias. Las Araucarias existentes hoy en nuestro país (Pehuén y Pino Paraná) sin dudas descienden de estas formas primitivas.
De la Era Cenozoica y su período Terciario, épocas Paleoceno (65 mill años) y Eoceno (56 mill años) se multiplican las especies de mamíferos que llenan el nicho ecológico dejado vacante por los dinosaurios tras su desaparición. Tenemos un buen registro fósil del Cenozoico en la Patagonia. En esta Era hubo un gran cambio climático a nivel global pero como Patagonia se desarrolló como una isla, el registro paleontológico está preservado. No existía aún la Cordillera (afloró hace 15 mill años) y era un ambiente húmedo y selvático similar al Brasil actual.
En Punta Peligro, al Sur de Comodoro Rivadavia, hay yacimientos fósiles del Paleoceno inferior y destacamos un marsupial y un ornitorrinco ingresados desde la Antártida en momentos en que la “isla” patagonica tocó ese continente.
En la Gran Barranca del lago Colhué Huapi (Eoceno – Mioceno inferior) aparecen marsupiales, xenartos (piches y peludos) y notoungulados. Hay roedores y también primates provenientes de Africa. Aquí trabajó Florentino Ameghino.
En la Laguna del Hunco (Eoceno medio) había un gran lago rodeado de bosques, la temperatura media era bastante alta y se encuentran improntas fósiles de gran variedad de plantas, inclusive de un Eucalipto patagónico hoy desaparecido (el Eucalipto moderno es originario de Australia).
En Bryn Gwyn se encuentran fósiles de roedores y ungulados; el ecosistema refleja los cambios debidos al vulcanismo (lluvia de cenizas) y al surgimiento de la Codillera hace 20 mill años. Se encuentran mandíbulas reforzadas, adaptadas a comer pastos más duros porque comenzaba a disecarse el medio.
En El Petiso (Mioceno medio) teníamos el Mar Paranaense que invadía todo el centro de America del Sur y también de la actual Argentina cubriendo la zona del actual VIRCH.
La nueva localidad fosilífera denominada "El Petiso", ubicada al Noroeste de la provincia del Chubut, ha brindado numerosos restos de mamíferos bien preservados, otros fragmentarios de tortugas, lagartos y aves y, además, una gran diversidad de trazas fósiles atribuibles a insectos. El material colectado, más de 600 ejemplares identificables, se encuentra depositado en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (Trelew). La unidad fosilífera comprende una exposición areal de aproximadamente 900 m2 y está formada por un potente paquete de toba limosa, masiva, de 10 metros de espesor.
Cátedra abierta de Paleontología (UNPSJB) 25/8/2011
Dr. Ignacio Cappa; Dr. Diego Poll
Los fósiles más antigüos que se encontraron en Chubut son de los períodos Carbonífero (hace 300 a 400 millones de años: bosques de helechos y reptiles) y Pérmico (hace 290 millones de años: aparecen los primeros dinosaurios) de la Era Paleozoica. En cuanto a la era Mesozoica, no hay registros de fósiles del período Triásico, pero sí de los períodos Jurásico y Cretácico existiendo de ahí en más un registro continuo hasta nuestros días.
El primer mapa geológico de la Patagonia lo realizó Charles Darwin hacia 1844. Desde allí, hasta los mapas del Segemar que se utilizan actualmente, pasó un largo recorrido.
Desde el Eón Precámbrico (4650-900 millones de años) la litósfera sólida conformando “placas” se apoya en una capa de convección magmática y esas placas, que están en permanente movimiento, fueron migrando a lo largo de las eras geológicas: Pangea, Gondwana y distintas migraciones continentales.
Distribución de los continentes hace 470 millones de años durante el Ordovícico Medio, antes de la formación de Pangea. Los tres pequeños continentes son Laurentia, Siberia y Báltica, mientras que el más grande es Gondwana.
Durante el periodo entre finales del Precámbrico y el Paleozoico la mayor parte de la evidencia de la historia temprana de la Tierra fue destruida por la erosión. Desde el inicio del Paleozoico, los mares poco profundos invadieron los continentes.La configuración de los continentes era muy diferente de la actual. En primer lugar, en esta era se dan al menos dos orogenias, la Caledoniana (durante el Silúrico superior) y la Herciniana (en el Permocarbonífero), que afectaron a toda la superficie terrestre, generando cadenas montañosas como, por ejemplo, el macizo Hespérico en el hemisferio norte; aunque como se ha dicho, sus huellas se detectan por todo el globo.
De la última parte de la era Paleozoica, de los Períodos Carbonífero y del Pérmico, son los mares y las plantas fósiles más antigüas que se encontraron en la Patagonia. Se encuentran en la precordillera chubutense, en Colán Conhué, en las Sierras de Tepuel cerca de Tecka y en Nueva Lubecka en la zona del río Genoa. Aquí hay un yacimiento de sedimentos marinos (Cuenca Tepuel-Genoa) de 7 km de espesor estratigráfico y en Nueva Lubecka hay fósiles continentales. También existen fósiles de estos períodos geológicos (Carbonífero y Pérmico) en Rio Senguerr. Llegando al río Genoa, de Norte a Sur, sobre la ruta 40 se observan afloramientos de rocas oscuras donde se encuentran fósiles de invertebrados marinos originarios de una invasión marina desde el Oeste. Durante la era Paleozoica hubo también una época de hielo y la disposición de los continentes era muy similar a Pangea.
Pangea (Pangaea) fue el supercontinente formado por la unión de algunos continentes actuales que se cree que existió durante las eras Paleozoica y Mesozoica, antes de que los continentes que lo componían fuesen separados por el movimiento de las placas tectónicas y conformaran su configuración actual. Este nombre aparentemente fue usado por primera vez por el alemán Alfred Wegener, principal autor de la teoría de la deriva continental, en 1912. Procede del prefijo griego "pan" que significa "todo" y de la palabra en griego "gea" "suelo" o "tierra" (Γαῖα Gaĩa, Γαῖη Gaĩê o Γῆ Gễ). De este modo, quedaría una palabra cuyo significado es "toda la tierra".
Se cree que la forma original de Pangea era una masa de tierra con forma de "C" distribuida a través del Ecuador. Ya que el tamaño masivo de Pangea era muy amplio, las regiones internas de tierra debieron ser muy secas debido a la falta de precipitación. El gran supercontinente habría permitido que los animales terrestres emigraran libremente desde el Polo Sur al Polo Norte. Al extenso océano que una vez rodeó al supercontinente de Pangea se le ha denominado Pantalasa (Panthalassa).
Se estima que Pangea se formó a finales del período Pérmico (hace aproximadamente 300 millones de años) cuando los continentes, que antes estaban separados, se unieron formando un sólo supercontinente rodeado por un único mar.
Las líneas marcadas sobre Pangea señalan las masas de tierra que se separarían para formar los continentes actuales.
En la Formación Jaramillo que forma parte de la Cuenca Tepuel-Genoa, solo hay fósiles vegetales de Gimnospermas y de improntas que corresponden a los períodos Carbonífero y Pérmico. También se encuentran fósiles de bivalvos y de Gasterópodos del Carbonífero bajo, mientras que del Carbonífero medio alto se encuentran fósiles de invertebrados braquiópodos y de bivalvos que son los más abundantes. Del Pérmico hay una cronología relativa derivada de la estratigrafía, bastante completa. Del nivel más bajo del Pérmico aparece un braquiópodo univalvo y ya en el siguiente nivel se encuentran fósiles de un braquiópodo bivalvo. De esta forma, por la diferente antigüedad de los fósiles, se va armando la edad relativa de cada estrato sedimentario. Lo curioso es que en todos los casos, los fósiles corresponden a especies que desarrollaban en aguas de bajas temperaturas. Hay braquiópodos que aparecen en estos sitios de Patagonia y también en Siberia y en Yukón (Canadá) por lo que se especula con una conexión austral-boreal y con grandes similitudes con los fósiles del NE de Asia para esos mismos períodos geológicos.
Como decíamos, la mayor cantidad de fósiles e improntas de plantas corresponden al Pérmico inferior y se encuentran el la Cuenca Tepuel-Genoa. En este caso se trata de flora de zonas cálidas, especialmente improntas de helechos que se encuentran sobre lajas.
Helecho (Carbonífero)
Al respecto hay una teoría de que la Patagonia era un Continente Alóctono (aislado) que migraba independientemente hasta que colisionó con el Continente Americano en el Paleozoico aproximadamente en la línea actual de los ríos Barrancas y Colorado, al sur de la Pcia de la Pampa.
El Período Jurásico (200-250 millones de años) es de mucha importancia por los depósitos fósiles del ecosistema terrestre de Paso de Indios y Cerro Cóndor. En la Cuenca de Cañadón Asfalto (centro de la Pcia de Rio Negro y de Chubut) hace 170 millones de años, había un ambiente fluvial-lacustre con elevadas temperaturas. Este ambiente sufrió el impacto del vulcanismo explosivo con grandes depósitos piroclásticos y de ceniza volcánica provenientes de la zona andina. Pero no nos anticipemos demasiado; en el Jurásico se comienza a separar Pangea migrando América del Norte de América del Sur, la Antártida y Australia. Se encuentran entonces muchas variedades de dinosaurios, pterodáctilos, anuros (ranas), cocodrilos, tortugas. Los dinosaurios habían aparecido en el Triásico pero se diversifican en el Jurásico hallándose una gran variedad en el posterior período Cretácico. Lo mismo ocurre con los mamíferos que adquieren diversidad durante el Jurásico.
En la formación Cañadón Asfalto (Cerro Cóndor) sobre la ruta 12, se encuentran rocas rojizas que delatan sedimentos de fondos lacustres con mucho material fósil de improntas vegetales y animales. Allí se encontraron los restos fosilizados de un nuevo dinosaurio Saurópodo que exitió hace 170 millones de años y que aún no tiene nombre, afín al Patagosaurus (herbívoro gigantesco). También se encontró un nuevo dinosaurio carnívoro de unos 8 m de largo, bípedo y afín a la familia de los Abelisauridos que unos 100 millones de años más tarde incluría al Carnotaurus que existió hace 70 mill de años. Las vértebras de este dino tienen un tejido esponjoso que no existe en los otros. También se halló un Heterontosaurio muy pequeño, un herbívoro de 70 cm cuya impronta quedó sobre una laja del fondo del lago. Tenía los dientes en disposición palmada, como un pico plano, se denominó Manidens condoriensis y está relacionado con dinos del sur de África que estaba cercana a Patagonia en tiempos de Gondwana (ver esquema de Pangea más arriba)
En la Sierra de Taquetrén hay una formación llamada La Leonera donde se encontró un dinosaurio fósil al que se denominó Leonesaurus taquetrensis, muy similar a los Saurópodos posteriores en el tiempo que conocemos más, pero era un animal cuadrúpedo enorme, de 30 m de longitud.
Del período Jurásico son los fósiles de troncos y conos de Araucaria Chubutensis y los helechos como Osminadopsis rafaelli.
El último período de la era Mesozoica fue el Cretácico, de 145 a 65 mill de años y sus fósiles existen en afloramientos de color blanco del Centro Norte de Chubut (Grupo Chubut, de 125 a 100 mill años) y verdosos del Grupo La Colonia de 85 a 65 mill de años. Por entonces se estaban separando América del Sur y la Antártida y se diferenciaban los actuales continentes.
En el Grupo Chubut hay fósiles de dinosaurios, tortugas y cocodrilos. Se hallaron dinos Saurópodos, herbívoros que caminaban en 4 patas y sus huevos fosilizados y también dinos Terópodos, carnívoros, que lo hacían en 2 patas como el Tiranotitán. Cocodrilos Barsinosuchus, Tortugas de agua dulce Prochelidilla y tortugas terrestres Chubutemys de 80 cm que tenían cráneos con cuernos.
En el Grupo La Colonia hay dinosaurios y mamíferos. Allí aparecieron los dinosaurios carnívoros denominados Carnotaurus, las tortugas de agua dulce Patagoniaemys (también con cuernos), mamíferos pequeños y dinosaurios marinos como los Plesiosaurios que tenían los miembros transformados en aletas natatorias. También hay fósiles vegetales como la flor de loto Nelumbo sp y conos de Araucaria e improntas en piedra de hojas de araucarias. Las Araucarias existentes hoy en nuestro país (Pehuén y Pino Paraná) sin dudas descienden de estas formas primitivas.
De la Era Cenozoica y su período Terciario, épocas Paleoceno (65 mill años) y Eoceno (56 mill años) se multiplican las especies de mamíferos que llenan el nicho ecológico dejado vacante por los dinosaurios tras su desaparición. Tenemos un buen registro fósil del Cenozoico en la Patagonia. En esta Era hubo un gran cambio climático a nivel global pero como Patagonia se desarrolló como una isla, el registro paleontológico está preservado. No existía aún la Cordillera (afloró hace 15 mill años) y era un ambiente húmedo y selvático similar al Brasil actual.
En Punta Peligro, al Sur de Comodoro Rivadavia, hay yacimientos fósiles del Paleoceno inferior y destacamos un marsupial y un ornitorrinco ingresados desde la Antártida en momentos en que la “isla” patagonica tocó ese continente.
En la Gran Barranca del lago Colhué Huapi (Eoceno – Mioceno inferior) aparecen marsupiales, xenartos (piches y peludos) y notoungulados. Hay roedores y también primates provenientes de Africa. Aquí trabajó Florentino Ameghino.
En la Laguna del Hunco (Eoceno medio) había un gran lago rodeado de bosques, la temperatura media era bastante alta y se encuentran improntas fósiles de gran variedad de plantas, inclusive de un Eucalipto patagónico hoy desaparecido (el Eucalipto moderno es originario de Australia).
En Bryn Gwyn se encuentran fósiles de roedores y ungulados; el ecosistema refleja los cambios debidos al vulcanismo (lluvia de cenizas) y al surgimiento de la Codillera hace 20 mill años. Se encuentran mandíbulas reforzadas, adaptadas a comer pastos más duros porque comenzaba a disecarse el medio.
En El Petiso (Mioceno medio) teníamos el Mar Paranaense que invadía todo el centro de America del Sur y también de la actual Argentina cubriendo la zona del actual VIRCH.
La nueva localidad fosilífera denominada "El Petiso", ubicada al Noroeste de la provincia del Chubut, ha brindado numerosos restos de mamíferos bien preservados, otros fragmentarios de tortugas, lagartos y aves y, además, una gran diversidad de trazas fósiles atribuibles a insectos. El material colectado, más de 600 ejemplares identificables, se encuentra depositado en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (Trelew). La unidad fosilífera comprende una exposición areal de aproximadamente 900 m2 y está formada por un potente paquete de toba limosa, masiva, de 10 metros de espesor.
jueves, 1 de julio de 2010
Historias de la Patagonia
HISTORIAS DEL PAIS DEL VIENTO
Relatos inéditos de la Patagonia.
INTRODUCCION
Sopla, vigoroso el viento del Oeste, sobre costas, valles y mesetas patagónicas. Bajo su influjo, todo cambia. Los organismos vivos se adaptan y transforman, se evapora el agua y erosionan suelos y rocas. Por milenios, el viento fue testigo de las vivencias que, para habitar estas tierras desoladas, enfrentaron hombres y mujeres en su intento por sobrevivir, enriquecerse o simplemente buscar una vida mejor. La Patagonia, distante y misteriosa, guarda mitos, leyendas e infinidad de historias. Escuchemos al viento.
Desde la Cordillera hasta el Atlántico, la deshabitada Patagonia despertó
interrogantes, admiración y codicia. Sus primitivos habitantes se adaptaron para sobrevivir, cada pueblo al ámbito elegido. Así medraron durante 15.000 años casi sin evolucionar. Se esperanzaron, maravillaron y sufrieron los primeros navegantes que desde Europa llegaron a sus costas a principios del siglo XVI. Intentaron fundar pueblos y fracasaron. Se enfrentaron a la sequía que imposibilitaba los cultivos, a la falta de agua para bebida, al frío invernal, la alta temperatura del verano y a su tremendo desconocimiento del arte de supervivencia en condiciones extremas. Así fue lógica la infinidad de tragedias ocurridas en mar y tierra por las cuales, recién 250 años después de instalarse los europeos sobre el río de la Plata, fue posible que prospere El Carmen sobre el río Negro, que diera origen a las actuales ciudades de Viedma y Patagones. Experiencias más australes fracasaron durante muchos años más.
Mientras se avanzaba con el reconocimiento geográfico del territorio, evaluando los recursos naturales, llegaron inmigrantes y aventureros de diversas partes del mundo. En variables contextos históricos, signados por acontecimientos que conmocionaron al mundo, oleadas de nuevos colonos y especuladores confluyeron en la región. Sobrevino la lucha por la apropiación de la tierra, el desplazamiento de los ocupantes originarios derrotados, generalmente por parte del hombre blanco pero también por otros pueblos aborígenes. El destino que tuvieron los vencidos es otro aspecto que merece mayor análisis, toda vez que la historia la escriben los vencedores y es necesario escarbar en “la otra historia”. Los desvelos y la pugna por hallar la mítica ciudad de los Césares y los yacimientos de oro cuya existencia comentaban los aborígenes que comerciaban con los colonos, arrastró a no pocos intrépidos expedicionarios en todas las direcciones.
Primero a pie, a caballo y en carros después, las rastrilladas originarias de los aborígenes se transformaron en tortuosos caminos de huella por los que desde 1930 circularon los primeros automóviles y camiones que permitieron acelerar el poblamiento de los campos dedicados a la cría de ovejas.
Todo ello configura un contexto histórico y geográfico en el cual, las historias inéditas que aquí volcamos, hallan un marco épico que es necesario aprender para conocer y entender la Patagonia, una región indómita y llena de grandes contrastes.
Temario propuesto:
- Poblamiento de la costa desde el mar y de la cordillera desde Chile. Historia del Chubut y Maria Bamberg de Brunswig.
- La misión (inspirado en el martirio de Gardiner) Un predicador muere de inanición y frío en el estrecho de Beagle. Hace aprox 250 años.
- La estancia del Rey: La península Valdés. Fuerte San José. Las intenciones de que el actual “patrimonio de la humanidad” fuera solo “de la corona”. Revistas patagonicas y la Historia del Chubut.
- Los viajes en barco de BsAs a la costa patagonica y viceversa. Los comienzos de José Menéndez. Otras empresas navieras (ver Mihanovich). La historia de la marina mercante. Los puertos patagonicos (revista patagonica). Cómo era el viaje en barco (Payró, Mini Thomas, Cartas de Oma, Maria Bamberg Brunswig, etc)
- Personajes del campo patagonico: El “poblador” y su familia, el “estanciero” y su gente (ver índice de Prototipos bonaerenses), los “troperos de carros”, el “linyera”, los “arrieros”, el “colectivero”, el “comprador de lana”, el “mercachifle”, el “jagüelero y molinero”, la “maestra rural”, la “estación de tren y el poblado” con su gente (ver índice de Prototipos bonaerenses).
- Los Aonikenk, pueblo de gigantes. Libro chileno, Leleque y apuntes de Rodolfo.
- Los Günuna-Küne, Tehuelches del Norte. Leleque y apuntes Rodolfo.
- Los Onas de Tierra del Fuego. Libro chileno y Tomás Bridges.
El refugio (8.000 años atrás, en la precordillera santacruceña)
Guor se retiró del fuego hacia un lado de la caverna y girando la cabeza hacia la claridad del naciente día que ingresaba por la boca de la caverna, miró hacia donde los pasos permitían identificar la llegada de otros integrantes del clan. Trabajosamente Han trepó los últimos metros y cargando sobre su atlética espalda los dos cuartos de un guanaco, ingresó en la abrigada vivienda. La muchacha lo acompañaba, siempre algunos pasos atrás, deslizándose sobre sus piernas largas y arqueadas. Las pieles que la cubrían por toda protección contra el frío viento invernal, le subieron por encima de las rodillas al flexionarlas para ingresar. Inmediatamente fue al encuentro del perro, que a los saltos, desbordante de felicidad, sacudiéndose de placer, había corrido a darle la bienvenida. La ira fue invadiendo el corpachón de Guor con tremenda intensidad, como una turba amenazadora.
Solo le quedaba ahora retirarse al sitio más apartado de la cueva que habitaban y quedarse allí, aislado voluntariamente hasta que las cosas volvieran a la normalidad.
No quería dejar su privilegiado lugar frente a la fogata central, le fastidiaba mudar su lecho de pieles y no soportaba tener que comer solo y distante. Han, con su peligrosa caridad, estaba a punto de deshacer la pacífica convivencia del grupo humano.
Eran 18 adultos y tres niños que con una estricta división de tareas y una rígida rutina que respetaban diariamente, habían ocupado esa protegida oquedad en la pared rocosa que flanqueaba el valle fluvial, disputándola a los grandes predadores. Allí instalaron su refugio. Hacia el oeste, los inmensos glaciares patagónicos derramaban lentamente sus blancos hielos. En el valle protegido, libre de nieve, pastaban grandes manadas de guanacos y abundantes avestruces. Pequeños tuco-tucos y zorrinos cavaban madrigueras bajo los coirones, perseguidos sin descanso por los zorros y los tigres y, desde su llegada, por los hombres. Los cazadores preferían los guanacos, muy codiciados por su abundante carne y por el integral aprovechamiento que de él realizaban. De los matorrales vecinos, las mujeres traían leña que encendían no sólo para calentar el abrigo, sino también para asar las presas de las cacerías.
La risa de la muchacha cruzó la caverna abalanzándose sobre él como la descarga de un rayo. Dio un salto y miró furioso a su alrededor. Las palabras que había dicho aquella mañana fueron inequívocas: “Si vuelves a traer esa chica a nuestro refugio, me voy. Puedes elegir: ella o yo”.
Han parecía haber escogido. Un dolor intenso se apoderó de la garganta de Guor. Era la primera vez en sus treinta y cinco inviernos…..Sintió una humedad repentina y abrasadora detrás de los ojos. Entonces se apaciguó, vencido por la ira. Todo lo contrario: no había escogido. Confiaba en su apego por el privilegiado lecho junto a la hoguera y por las mejores porciones de las presas capturadas. Era un gran cazador, pero se merecía una lección.
La risa de la chica volvió a taladrar su cabeza. Guor se contrajo. Volvía a ver su mirada de la noche anterior. Ella había invadido su espacio. Al despertar, la había encontrado junto a su lecho. El fuego central iluminaba claramente su maltrecha figura y su cara vuelta hacia él. Su rostro era grotesco: barbilla puntiaguda, mejillas prominentes y ojos felinos y vacíos. Se alzó de las pieles sobre las que yacía y tomando su lanza la obligó a retroceder encarándola como si fuera un gato peligroso. En silencio la obligó a retirarse y se paró junto al lecho del jefe para sacudir el dormido cuerpo de Han. La muchacha, con un ruido inarticulado, dio media vuelta y huyó fuera de la cueva.
Un momento después, Han estaba levantado con mirada aprensiva. La cara, de rasgos armoniosos, estaba reluciente por la grasa con que se untaban para proteger la piel del helado viento invernal, reblandecida por la cercanía de la reparadora fogata. Miró hacia la boca de la caverna por donde había desaparecido la chica. Guor quedó plantado allí, la lanza levantada ante él como si estuviera a punto de subyugar a otro animal.
- Intentó invadir mi espacio – dijo entre dientes bajando la lanza. Desperté y ella intentaba acercarse. Su voz se elevó indignada: - ¡No voy a soportar esto! ¡No lo soportaré ni un solo día más!-
Han se sentó sobre su lecho. Tenía un físico escultural a pesar de sus cuarenta inviernos. Su cabeza era fuerte y el largo pelo negro cubría los hombros.
- Te lo digo por última vez – siguió Guor -, no lo soportaré ni un solo día más. Había una característica muy evidente en todas las acciones de Han: con las mejores intenciones del mundo, convertía la virtud en una mofa, la perseguía con una intensidad tan sin sentido que todo aquel que se veía envuelto en esta persecución quedaba en ridículo y la misma virtud se convertía asimismo en algo ridículo.
- Ni un solo día más – repitió Guor.
Han sacudió la cabeza enfáticamente, los ojos todavía fijos en la boca de la cueva. Guor dejó la lanza en el suelo y se sentó: -¿No puedo hacerte comprender – rugió – que si no puede salvarse sola, tampoco tú puedes ayudarla?
Los ojos de Han, inalcanzables, adquirieron el negro profundo de la noche cerrada. – Es deforme y débil – murmuró.
- Está dominada por los malos espíritus – gruñó el iracundo. No busques explicaciones complicadas ni exceso de caridad. Nació defectuosa….Como otros nacen ciegos o mudos ¿Comprendes?
- Es que yo soy el jefe del clan y no puedo aceptar que una criatura desvalida sucumba en las fauces de las fieras -. Si fueras tú quien estaba indefenso y herido ¿cómo crees que iba a sentirme si no hubiera nadie que te ayudara? ¿Y si en lugar de ser un cazador fuerte y brillante, tuvieras defectos físicos como los que ella presenta?
Guor sintió un asco profundo e insoportable hacia sí mismo, como si se convirtiera lentamente en la maltrecha muchacha y graznó: - Nada. ¿Quieres sacarla de aquí?
.¿Cómo puedo echarla a la intemperie? Esta mañana ha vuelto a amenazarme con matarse. Está segura de que nadie la considera buena para nada.
- Llévala al bosque, donde la encontraste. Si un poder superior la protege, sobrevivirá.
- A ti no te abandonaría indefenso en el bosque Guor.
Él se levantó, tomó su lanza y huyó hacia su lecho antes de perder por completo el control de sí mismo.
Guor respetaba a Han porque era el jefe del clan y solamente reconociendo todos ellos ciegamente su liderazgo, lograban sobrevivir y prosperar. Pero había ocasiones en que le resultaban intolerables sus decisiones y entonces presentía a su alrededor unas fuerzas, unas corrientes invisibles, que se le escapaban. Han partía siempre de una consideración archisabida: era “bueno” hacerlo. Y llegaba a los más arriesgados compromisos con los espíritus del mal, a los que naturalmente nunca reconocía.
Guor no comprendía mucho cómo actuaban los espíritus del mal cuando ingresaban en un clan. Pero sin duda era por su accionar maléfico que muchos inviernos atrás habían muerto en esa misma caverna tantos hombres como pudieron comprobar por los huesos que, cubiertos por las cenizas de un cataclismo volcánico, encontraran al excavar el sitio adecuado para el fogón central. No habían muerto en condiciones normales ya que no estaban sepultados en la clásica posición flexionada ni estaban cubiertos con polvos ocres y rojos. También encontraron rudimentarios instrumentos de piedra afilada para cuerear y trozar las presas, puntas de lanzas de basalto toscamente trabajadas, cuchillos y raspadores de piedra de primitiva elaboración, leznas de hueso para perforar cueros y otros objetos pequeños. Sin duda aquellos “antiguos”, que no sabían fabricar puntas de flecha ni bolas semipulidas para la caza, habían sucumbido todos juntos por acción de espíritus y fuerzas inimaginables.
Tampoco habían dejado registros de su arte ni de su forma de rendir homenaje a la naturaleza de la cual se proveían. El clan al que pertenecían Han y Guor por su parte, en las rocas y cavernas donde se instalaban, en ocasiones por breves períodos, dejaban huellas de su arte rupestre decorándolos con esquemáticas e imaginativas pinturas en rojo, negro, amarillo o blanco. Manos, muchas manos, signo de creatividad inteligente y amorosa de los hombres, con los dedos abiertos, formando pueblos.A veces superponían escenas de caza. Seres humanos y animales ingenuamente representados, grecas, signos geométricos y motivos abstractos fruto del talento que desplegaban.
Guor temía a los espíritus malignos pero estaba lejos de oponerse a la virtud de preocuparse y tratar de ayudar a un semejante. Pero cuando la virtud se desbordaba, sentía la extraña sensación de que lo rondaban los demonios. Y no eran fruto de su imaginación, resultaban casi tangibles, eran criaturas con personalidad que en cualquier momento podían lanzar un aullido o avivar el fuego.
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Habían encontrado a la chica hacía dos meses, en medio del espeso bosque andino en el cual cazaban huemules. No supieron cómo había llegado allí, no les dio ninguna explicación aceptable. Pero estaba sola, hambrienta, indefensa y su tortuoso cuerpo permitía inferir que su presencia no habría sido tolerada en el clan del cual provenía. Las huellas delataban el acecho de las fieras. Tendría unos quince inviernos y Han se había compadecido brindándole protección, pensando que era “bueno” hacerlo. Brillaban agradecidos los ojos de la muchacha.
Guor le echó una rápida ojeada y detectó una mirada astuta y vivaz, difícil de relacionar con la desolada imagen de abandono que presentaba.
- Parece una chica sana – dijo Han.
- La gente sana no es deforme ni está abandonada.
- Cualquiera de nosotros puede hallarse en similar situación.
- No sabemos nada de ella. ¿Dónde está su tribu? ¿Porqué la abandonaron a su suerte?
- La llevaremos con nosotros.
Si en aquel momento Guor se hubiese mantenido firme, aún desafiando la autoridad del líder, posiblemente se habrían librado de la chica. Si su propio padre hubiera estado vivo, era seguro que se hubiera puesto firme en aquel momento; había sido el segundo jefe del clan y un accidente al caer de una cornisa durante una cacería, le había costado la vida. Aún después de muerto, sus apremiantes ordenes retumbaban en el cerebro de Guor cuando estaba presionado para tomar urgentes decisiones. Y le pareció que sería divertido demostrarle a Han que cometía un error. Muy pronto se daría cuenta y debería reconocer su acertada premonición.
Ahora estaba cavilando iracundo en el extremo más retirado de la caverna, las carcajadas de la chica estallándole en la cabeza, y maldijo el momento en que renunció a su derecho a oponerse.
Tan pronto ingresó al clan, Nami – tal era el nombre de la muchacha – fue instruida por las mujeres mayores acerca de los trabajos que serían de su responsabilidad. Recoger leña para que nunca falte y raspar los cueros de los animales presa de los cazadores, para eliminar restos de carne y grasa, paso previo al curtido de la piel. Por supuesto que debía participar en las tareas de recolección de vegetales comestibles, de huevos de ñandú y de pigmentos minerales para preparar pintura, tareas estas que eran de exclusiva incumbencia femenina. También se mostró hábil en las cacerías, en las cuales participaba todo el clan, colaborando en la captura o rematando las piezas heridas por los hombres que, arengados por Han en su carácter de líder de la tribu, desarrollaban la estrategia destinada a cercar la manada para finalmente atacarla con bolas, lanzas, arcos y flechas.
El guanaco proveía la mayor cantidad de carne pero también se aprovechaba su cuero, los huesos y hasta los tendones. La carne del ñandú era muy apreciada y también consumían la grasa, los huevos y obtenían materias primas para las artesanías entre las que se destacaban las agujas elaboradas con huesos de las aves.
De los 18 adultos que integraban el clan solo siete eran hombres cazadores. Y de ellos, tres eran demasiado jóvenes e inexpertos si bien ágiles y fornidos. La importancia de Guor como segundo jefe y principal cazador – proveedor resultaba evidente. Han no podía despreciarlo como parecía hacerlo, privilegiando su caridad para con esa chica. O quizás el jefe conocía muy bien el apego de Guor por su cálido lecho junto al fuego, tanto como él sabía que en soledad – si abandonaba el clan – le resultaría casi imposible sobrevivir. En el clan, la unión y la organización estricta de las tareas eran la base de la supervivencia.
- Pareces un viejo esperando la muerte – dijo Nami que se había aproximado sin que Guor, acuclillado y sumergido en sus iracundos pensamientos, lo advirtiera.
Saltó como tocado por el fuego, los ojos echando destellos. – No te acerques y vuelve a tus tareas.
Nami sonrió provocativamente y se sentó desafiante con los pies bajo el trasero. Guor pensó explicarle claramente que él conocía su juego, que no era tonto y advertía que ella perjudicaría el futuro del grupo. Pero cuando enfrentó su mirada socarrona, allí en el fondo de la caverna, el terror se apoderó de su lengua.
Con horror notó que ella se acercaba, se escurría hacia él y por último colocó su mano fláccida sobre su hombro.
- Guor no me quiere, pero a mí me parece muy atractivo.
Trató de alejarse pero los pies no le respondían. Nunca había enfrentado tanto terror, ni siquiera cuando con su lanza atravesó el primer tigre que había cercado con los perros.
El rostro pálido e irregular lo miraba fijamente. Ella no se movió y Guor no tuvo otro remedio que esperar. Había algo en aquella mirada que hacía pensar en la ceguera, pero era la ceguera de los que no saben que no pueden ver. Se sintió extrañamente enfermo. Aquellos ojos vacíos lo escudriñaban.
- A mí nadie me quiere – dijo la muchacha con voz contrariada. ¿Y si tu fueras yo y yo no pudiera soportarte?
- Han te tiene afecto y te protege – masculló él.
- ¡Vaya con él! ¡Es un viejo y tiene mujer! En cambio tu estás solo, eres más joven y apuesto.
Guor dijo sin aliento:
- ¡Deberías avergonzarte! ¡Cómo puedes hablar así de él si le debes la vida! Si descubro una vez más esa actitud, haré que te abandonen en la nieve.
Había una fuerza sorda detrás de su voz, aunque ésta fuera apenas un susurro.
- ¿Tú y quién más?- dijo ella desafiante mientras se paraba elevando su escaso metro cincuenta desde el suelo.
La agarró a ciegas por la delantera de la piel que la cubría, la sacó a rastras de la caverna y la dejó en la galería que a modo de mirador se proyectaba sobre el valle, unos 40 metros más abajo.
Giró y se dirigió a paso vivo hacia Han que discutía con varias mujeres el diseño ornamental que pintaban al dorso de un abrigo de espesa piel de guanaco. Tenía la intención de hacerle ver claramente su disgusto. No dejaría la más mínima duda sobre ese punto. La voz de su padre resonaba imperativamente dentro de su cabeza: - “Idiota”, le decía, “pon las cosas en su sitio. Exige respeto, antes de que te ridiculice todo el grupo”.
Cuando llegó ante el jefe, las mujeres hablaban todas al unísono sin darle oportunidad de expresarse con la privacidad que el caso merecía. Ofuscado, se fue a dormir y tardó mucho tiempo en conciliar el sueño, tanta era su excitación.
A la mañana siguiente, se acercó al fuego donde las mujeres habían dispuesto algunas presas de carne sobre las brasas. El ceño fruncido y la posición de su mandíbula indicaban que estaba de un humor peligroso. Cuando llevaba la intención de mantenerse firme, Guor parecía retroceder y tomar impulso antes de embestir. Han mordisqueaba un trozo de carne.
- Ahora escúchame – empezó, sentándose sobre una piedra que oficiaba de banco-, tengo algo que decirte sobre aquella chica y no tengo intenciones de repetirlo. -Tomó aliento-. No es más que una víbora. Te pone en ridículo a tus espaldas. Tiene la intención de sacarte todo lo que pueda y no significas nada para ella.
Han parecía haber pasado también mala noche. – ¡Termínala! Ella desarrolló muchas habilidades y nos hacen falta mujeres. ¡Se queda!-. Y siguió royendo su desayuno. -Ya sé que para ella soy como su padre, pero no nos sacará más de lo que ella misma aporte al grupo-.
Guor empezó a respirar como si estuviera al borde de un ataque de asma. “Estúpido”, resonaba en su cabeza la voz de su padre, “desafía su liderazgo, no seas cobarde”. Por supuesto que, por ser el principal cazador y segundo jefe del clan, era muy consciente de sus habilidades y destrezas, pero eso no justificaba – se dijo a sí mismo – que enfrentara al líder hasta el punto de provocar su ira.
Se replegó al fondo de la cueva, donde se instalara en señal de protesta. Tan pronto como abandonó la discusión, su padre apareció en su mente. Lo vio en cuclillas, gesticulando airado. “Deja que te pisotee”, le decía, “tú no eres como yo. No eres lo bastante hombre”.
Se puso a estirar el cuero de un gato montés que cazara el día anterior, sujetándolo al suelo con espinas de algarrobo, y poco a poco la imagen desapareció. La chica había causado una perturbación en las profundidades de su ser, en algún lugar que quedaba fuera del alcance de su poder de análisis. Se sentía como si hubiera visto una avalancha de nieve a corta distancia y tuviera la intuición de que iba a embestirlo. No se pudo concentrar en sus tareas hasta pasado el mediodía.
Una aguda sensación de que algo debía hacer y pronto, lo invadió por la tarde. La voz de su padre volvió a resonar en su cabeza apremiándolo a cambiar el rumbo que tomaban las cosas. Sintió que los demonios lo rondaban; esa conocida y desagradable sensación de estar frente a un desastre cercano e inevitable. Estaba seguro de que era la víbora quien los convocaba. Debía actuar y pronto, aunque sea contrariando la ley suprema del clan que prohibía dañar a un semejante.
Había observado que Nami solía tomar un té por las noches, una tisana a base de yuyos que le preparara la vieja shaman de la tribu para que conciliara el sueño cuando su torturada mente la atormentaba. Introdujo las bayas venenosas convenientemente molidas en la bolsita de cuero que contenía la mezcla vegetal de la chica, para que su deceso pareciera natural. Evitaría de este modo la ira de Han y alejaría de sí las sospechas.
- Debes comandar la partida de caza mañana mismo-, le dijo Han por la noche, - nuestras reservas de carne se agotan y no deja de nevar -. Al clarear el día siguiente, el jefe congregó al clan para la cacería y pronunció la arenga ritual referida a la necesidad de procurar alimentos para el grupo, y a la abundancia de presas que los esperaba. Basado en los informes de los exploradores, formuló indicaciones con respecto al lugar propuesto para la cacería y a las estrategias de captura. Hombres, mujeres y niños participaban en esa gran labor colectiva que garantizaba su sustento.
Una descarga de excitación recorrió al grupo. Con voz firme Guor encabezó el grupo de los cazadores que se aproximaría sin ser percibidos a los guanacos y avestruces aprovechando un profundo zanjón. Las mujeres y niños se distribuirían en un arco y empujarían a los desprevenidos animales contra una abrupta pared de piedra que constituía una trampa natural. Han daría, desde su puesto de comando, las precisas señales para que cada uno avanzara en el momento adecuado.
- Que comience la cacería- arengó Han y los cazadores partieron veloces por el zanjón. Ubicadas las mujeres y los niños en la posición adecuada y a la señal de Han, comenzaron a proferir gritos captando la atención de los animales que iniciaron su desplazamiento hacia la rocosa pared. Antes de que el jefe diera a los cazadores la señal de ataque final, un número importante de animales se escabulló por un desfiladero ascendente. Guor hizo señales para comunicar su decisión de dividir su grupo de ataque. Unos seguirían con el plan inicial mientras él con los restantes, treparían la escarpada pared rocosa para cortar la retirada a las presas en fuga.
Todo ocurrió vertiginosamente. Una roca cedió bajo el pié de apoyo de Guor que estaba concentrado en las reacciones del guanaco vigilante, al cual obedecía toda la manada. Su cuerpo cayó al vacío impactando pesadamente contra una providencial saliente que evitó que se despeñara hasta el fondo del barranco, 50 metros más abajo. Un hilo de sangre escapó de su frente y un telón negro cubrió la luminosidad del naciente día.
- No puedo ver-, exclamó angustiado, antes de perder el conocimiento.
Cuando despertó era de noche y percibió que yacía en su lecho del rocoso refugio. Trató de ubicar el resplandor de la fogata central, pero asumió, al no distinguirla, que se habría apagado. El cuerpo le dolía en varias partes por los golpes recibidos.
- No te muevas, has dormido durante seis días y sus noches -. Era la voz aliviada de Nami que a su lado, lo había cuidado con ahínco sin pegar un ojo, desde el incidente.
- Está oscuro, el fuego se apagó-.
- Has perdido la vista, seguramente la recuperarás con el transcurrir de unos días más- lo interrumpió la chica. – Eso dijo la vieja shaman -
Durante varias semanas, la muchacha cuidó del desvalido Guor guiándolo y acompañándolo en los más elementales quehaceres. Escuchaba su desdicha y lamentos por la tragedia que significaba para él, principal cazador del clan, verse reducido a la inutilidad. Pero ella lo admiraba, lo quería en secreto. Quizás el desafortunado accidente sufrido por Guor y la experiencia de sentirse dependiente, le permitiría aspirar a ser considerada por el fornido cazador. Por las noches, Nami no dormía y velaba el sueño exaltado del ciego. Durante el día, cuando alguna de las mujeres la relevaba, dormía algunas horas para no sucumbir por el agotamiento. Los golpes sanaron y los dolores desaparecieron, pero Guor no recuperó la visión.
- Es una carga para el clan -, dijo Kalok. Había asumido la responsabilidad de ser el primer cazador en reemplazo del accidentado. –Pasaron dos meses y no se ha recuperado -. Lanzó una mirada petulante hacia la figura grande y crispada de Guor que parecía un hombre atrapado por fuerzas desconocidas. Siempre lo había envidiado.
- Debemos cuidarlo y protegerlo -, contestó Han ,- los dioses apreciarán que hagamos lo correcto.
- Nami no cumple sus tareas habituales y sólo se ocupa de él -.
- Podremos salir adelante si realizamos esos trabajos entre todos -.
La muchacha escuchaba las discusiones y redoblaba sus cuidados para con el desvalido. Aceptaba su discapacidad y por momentos, agradecía a los espíritus por tenerlo únicamente para ella.
Los restantes sentidos de Guor se habían afinado compensado con mayor agudeza auditiva y un delicado sentido del tacto, la falta de visión. Se excitó terriblemente al escuchar a Kalok. En la oscuridad de su cerebro retumbó la voz de su padre: “Si fueras hombre de verdad, no aceptarías resignado tu inutilidad”. Sintió que los demonios volvían a rondar su cuerpo. No podía tolerar el sufrimiento y la pérdida de motivación que lo invadía.
Lentamente lo invadió la resignación volviéndose cada día más dependiente de la muchacha. Desapareció la aprensión que por ella sintiera. Sus caricias lo reconfortaban y sentía que la necesitaba casi tanto como el aire que respiraba. Los demonios y su padre lo dejaron en paz.
Ella lo estimuló para que comenzara a tallar a partir de las rocas, cuchillos y puntas de lanza y de flechas aprovechando su experiencia previa como cazador y el fino sentido del tacto que había desarrollado.
- Te prestaré mis ojos en la tarea y recolectaré las mejores rocas – verás que las mejores armas del clan surgirán de tus manos.
- En los lechos de los ríos y arroyos hallarás ópalo, granito y obsidiana – razonaba Guor, - son las piedras más trabajables.
Con golpes del martillo de piedra, de los trozos de roca seleccionados, desprendían fragmentos menores despojando al bloque original de la corteza exterior. El descortezamiento facilitaba la obtención de una porción de piedra manuable y apta para sacar fragmentos de dos tipos: las láminas alargadas y las lascas, más cortas. En ambas se podía utilizar el filo natural como cuchillo y con un trabajo más esmerado, Guor fabricaba herramientas adecuadas para cumplir otras funciones además del corte.
Para la confección de puntas de proyectiles seleccionaba fragmentos de roca que conservaban parte de la corteza exterior la que servía de base para hacer una punta. Para ello desprendía de ambas caras pequeños trozos de material a efectos de adelgazarla hasta lograr un trabajo acabado que conducía a la obtención de finas puntas.
No tardó el clan en reconocer el excelente trabajo que la pareja realizaba. Sus productos superaban los obtenidos por los demás.
- Quizás no haya sido abandonado por los espíritus -, argumentaba Kalok – tal vez puedan compensar al clan produciendo las armas para todos nosotros -.
La situación mejoraba y Guor recuperaba confianza transformado en artesano, apuntalado por la energía y la inquebrantable voluntad que aportaba Nami.
Fue al atardecer de un día de intenso trabajo. El cielo estaba cubierto de líneas rojas y mostaza. Discutieron por una trivialidad. Al principio fue un intercambio de opiniones que aumentó de tono lenta, pero constantemente. Ambos perdieron el control y pasaron a la agresión. Nami le clavó sus dedos y uñas en la cara mientras él trataba de aprisionarle los brazos que lo golpeaban como un molinete.
- Jamás cambiarás, solo piensas en ti mismo -. La voz de Nami era chillona, el rostro desencajado y empezó a temblar. - Sé muy bien cuando no se me quiere – continuó con los dientes castañeteando, gimoteando.
Por primera vez desde el accidente, necesitó ingerir el té que le recetara la shaman para poder conciliar el sueño. El nerviosismo era tanto que su enjuto cuerpo padecía convulsiones. Lentamente la ganó un sopor reparador. Ya no despertó.
Al amanecer, Guor percibió que algo andaba mal. El cuerpo rígido y frío de Nami yacía en el lecho contigüo. Sintió vértigos. Sus manos tantearon el suelo circundante hasta dar con el recipiente que había contenido la tisana envenenada y una oleada de espanto lo inmovilizó. Lo había olvidado por completo, ocluida su infamia por la autocompasión de su propia desgracia.
Descubrió que había quedado realmente solo, discapacitado e indefenso. Que el clan lo consideraría una carga inadmisible. La voz de su padre comenzó a atormentarlo nuevamente con indignación “¡Imbécil! ¡Mataste a la única persona que se ocupaba de tu miserable existencia!”
El clan deliberó por la tarde, después de sepultar el cuerpo de la muchacha. La shaman manifestó sin dudar que el ex cazador había sido marcado por los espíritus y nada bueno podría provenir ya de él. Que su presencia sería perjudicial para el grupo. La muerte de Nami era clara evidencia. Su opinión, sumada al respeto y temor que generaba en el grupo, volcó la decisión final. Han intentó defenderlo pero pronto percibió la inutilidad de su esfuerzo.
El día siguiente fue elegido por Han para trasladarse desde el refugio rocoso de invernada hacia sitios más altos. La primavera avanzaba y las manadas de guanacos se desplazaban hacia las zonas de veranada. Tras ellos, el clan buscaría nuevos paradores cercanos a las zonas de pastoreo que contaran con agua, leña y adecuada protección.
La marcha resultó dificultosa para Guor. Tropezaba y trastabillaba con frecuencia. Dos veces habría caído al vacío si no hubiera estado atado a una soga de seguridad que lo unía a Han.
Caminaron todo el día y al atardecer, el fresco aire, las hojas y ramas secas que pisaba y el olor húmedo característico de los árboles, le dijeron que habían ingresado al bosque. El jefe propuso un alto para recomponer las fuerzas.
Se quedó dormido sobre el suave colchón de la hojarasca. Cuando despertó sentía frío y el dolor del cuerpo entumecido le permitió deducir que había descansado varias horas en la misma posición. Posiblemente era de noche. El profundo silencio reinante le taladró los oídos. ¿Dónde estaban los demás? Tironeó de la soga de seguridad que llevaba anudada a la cintura. En su extremo descubrió la rugosa corteza de un añoso árbol.
Estaba solo en el bosque, condenado por su clan. El rugido de una fiera lo hizo tomar conciencia de que su tiempo terminaba. Los dioses lo habían abandonado.
Relatos inéditos de la Patagonia.
INTRODUCCION
Sopla, vigoroso el viento del Oeste, sobre costas, valles y mesetas patagónicas. Bajo su influjo, todo cambia. Los organismos vivos se adaptan y transforman, se evapora el agua y erosionan suelos y rocas. Por milenios, el viento fue testigo de las vivencias que, para habitar estas tierras desoladas, enfrentaron hombres y mujeres en su intento por sobrevivir, enriquecerse o simplemente buscar una vida mejor. La Patagonia, distante y misteriosa, guarda mitos, leyendas e infinidad de historias. Escuchemos al viento.
Desde la Cordillera hasta el Atlántico, la deshabitada Patagonia despertó
interrogantes, admiración y codicia. Sus primitivos habitantes se adaptaron para sobrevivir, cada pueblo al ámbito elegido. Así medraron durante 15.000 años casi sin evolucionar. Se esperanzaron, maravillaron y sufrieron los primeros navegantes que desde Europa llegaron a sus costas a principios del siglo XVI. Intentaron fundar pueblos y fracasaron. Se enfrentaron a la sequía que imposibilitaba los cultivos, a la falta de agua para bebida, al frío invernal, la alta temperatura del verano y a su tremendo desconocimiento del arte de supervivencia en condiciones extremas. Así fue lógica la infinidad de tragedias ocurridas en mar y tierra por las cuales, recién 250 años después de instalarse los europeos sobre el río de la Plata, fue posible que prospere El Carmen sobre el río Negro, que diera origen a las actuales ciudades de Viedma y Patagones. Experiencias más australes fracasaron durante muchos años más.
Mientras se avanzaba con el reconocimiento geográfico del territorio, evaluando los recursos naturales, llegaron inmigrantes y aventureros de diversas partes del mundo. En variables contextos históricos, signados por acontecimientos que conmocionaron al mundo, oleadas de nuevos colonos y especuladores confluyeron en la región. Sobrevino la lucha por la apropiación de la tierra, el desplazamiento de los ocupantes originarios derrotados, generalmente por parte del hombre blanco pero también por otros pueblos aborígenes. El destino que tuvieron los vencidos es otro aspecto que merece mayor análisis, toda vez que la historia la escriben los vencedores y es necesario escarbar en “la otra historia”. Los desvelos y la pugna por hallar la mítica ciudad de los Césares y los yacimientos de oro cuya existencia comentaban los aborígenes que comerciaban con los colonos, arrastró a no pocos intrépidos expedicionarios en todas las direcciones.
Primero a pie, a caballo y en carros después, las rastrilladas originarias de los aborígenes se transformaron en tortuosos caminos de huella por los que desde 1930 circularon los primeros automóviles y camiones que permitieron acelerar el poblamiento de los campos dedicados a la cría de ovejas.
Todo ello configura un contexto histórico y geográfico en el cual, las historias inéditas que aquí volcamos, hallan un marco épico que es necesario aprender para conocer y entender la Patagonia, una región indómita y llena de grandes contrastes.
Temario propuesto:
- Poblamiento de la costa desde el mar y de la cordillera desde Chile. Historia del Chubut y Maria Bamberg de Brunswig.
- La misión (inspirado en el martirio de Gardiner) Un predicador muere de inanición y frío en el estrecho de Beagle. Hace aprox 250 años.
- La estancia del Rey: La península Valdés. Fuerte San José. Las intenciones de que el actual “patrimonio de la humanidad” fuera solo “de la corona”. Revistas patagonicas y la Historia del Chubut.
- Los viajes en barco de BsAs a la costa patagonica y viceversa. Los comienzos de José Menéndez. Otras empresas navieras (ver Mihanovich). La historia de la marina mercante. Los puertos patagonicos (revista patagonica). Cómo era el viaje en barco (Payró, Mini Thomas, Cartas de Oma, Maria Bamberg Brunswig, etc)
- Personajes del campo patagonico: El “poblador” y su familia, el “estanciero” y su gente (ver índice de Prototipos bonaerenses), los “troperos de carros”, el “linyera”, los “arrieros”, el “colectivero”, el “comprador de lana”, el “mercachifle”, el “jagüelero y molinero”, la “maestra rural”, la “estación de tren y el poblado” con su gente (ver índice de Prototipos bonaerenses).
- Los Aonikenk, pueblo de gigantes. Libro chileno, Leleque y apuntes de Rodolfo.
- Los Günuna-Küne, Tehuelches del Norte. Leleque y apuntes Rodolfo.
- Los Onas de Tierra del Fuego. Libro chileno y Tomás Bridges.
El refugio (8.000 años atrás, en la precordillera santacruceña)
Guor se retiró del fuego hacia un lado de la caverna y girando la cabeza hacia la claridad del naciente día que ingresaba por la boca de la caverna, miró hacia donde los pasos permitían identificar la llegada de otros integrantes del clan. Trabajosamente Han trepó los últimos metros y cargando sobre su atlética espalda los dos cuartos de un guanaco, ingresó en la abrigada vivienda. La muchacha lo acompañaba, siempre algunos pasos atrás, deslizándose sobre sus piernas largas y arqueadas. Las pieles que la cubrían por toda protección contra el frío viento invernal, le subieron por encima de las rodillas al flexionarlas para ingresar. Inmediatamente fue al encuentro del perro, que a los saltos, desbordante de felicidad, sacudiéndose de placer, había corrido a darle la bienvenida. La ira fue invadiendo el corpachón de Guor con tremenda intensidad, como una turba amenazadora.
Solo le quedaba ahora retirarse al sitio más apartado de la cueva que habitaban y quedarse allí, aislado voluntariamente hasta que las cosas volvieran a la normalidad.
No quería dejar su privilegiado lugar frente a la fogata central, le fastidiaba mudar su lecho de pieles y no soportaba tener que comer solo y distante. Han, con su peligrosa caridad, estaba a punto de deshacer la pacífica convivencia del grupo humano.
Eran 18 adultos y tres niños que con una estricta división de tareas y una rígida rutina que respetaban diariamente, habían ocupado esa protegida oquedad en la pared rocosa que flanqueaba el valle fluvial, disputándola a los grandes predadores. Allí instalaron su refugio. Hacia el oeste, los inmensos glaciares patagónicos derramaban lentamente sus blancos hielos. En el valle protegido, libre de nieve, pastaban grandes manadas de guanacos y abundantes avestruces. Pequeños tuco-tucos y zorrinos cavaban madrigueras bajo los coirones, perseguidos sin descanso por los zorros y los tigres y, desde su llegada, por los hombres. Los cazadores preferían los guanacos, muy codiciados por su abundante carne y por el integral aprovechamiento que de él realizaban. De los matorrales vecinos, las mujeres traían leña que encendían no sólo para calentar el abrigo, sino también para asar las presas de las cacerías.
La risa de la muchacha cruzó la caverna abalanzándose sobre él como la descarga de un rayo. Dio un salto y miró furioso a su alrededor. Las palabras que había dicho aquella mañana fueron inequívocas: “Si vuelves a traer esa chica a nuestro refugio, me voy. Puedes elegir: ella o yo”.
Han parecía haber escogido. Un dolor intenso se apoderó de la garganta de Guor. Era la primera vez en sus treinta y cinco inviernos…..Sintió una humedad repentina y abrasadora detrás de los ojos. Entonces se apaciguó, vencido por la ira. Todo lo contrario: no había escogido. Confiaba en su apego por el privilegiado lecho junto a la hoguera y por las mejores porciones de las presas capturadas. Era un gran cazador, pero se merecía una lección.
La risa de la chica volvió a taladrar su cabeza. Guor se contrajo. Volvía a ver su mirada de la noche anterior. Ella había invadido su espacio. Al despertar, la había encontrado junto a su lecho. El fuego central iluminaba claramente su maltrecha figura y su cara vuelta hacia él. Su rostro era grotesco: barbilla puntiaguda, mejillas prominentes y ojos felinos y vacíos. Se alzó de las pieles sobre las que yacía y tomando su lanza la obligó a retroceder encarándola como si fuera un gato peligroso. En silencio la obligó a retirarse y se paró junto al lecho del jefe para sacudir el dormido cuerpo de Han. La muchacha, con un ruido inarticulado, dio media vuelta y huyó fuera de la cueva.
Un momento después, Han estaba levantado con mirada aprensiva. La cara, de rasgos armoniosos, estaba reluciente por la grasa con que se untaban para proteger la piel del helado viento invernal, reblandecida por la cercanía de la reparadora fogata. Miró hacia la boca de la caverna por donde había desaparecido la chica. Guor quedó plantado allí, la lanza levantada ante él como si estuviera a punto de subyugar a otro animal.
- Intentó invadir mi espacio – dijo entre dientes bajando la lanza. Desperté y ella intentaba acercarse. Su voz se elevó indignada: - ¡No voy a soportar esto! ¡No lo soportaré ni un solo día más!-
Han se sentó sobre su lecho. Tenía un físico escultural a pesar de sus cuarenta inviernos. Su cabeza era fuerte y el largo pelo negro cubría los hombros.
- Te lo digo por última vez – siguió Guor -, no lo soportaré ni un solo día más. Había una característica muy evidente en todas las acciones de Han: con las mejores intenciones del mundo, convertía la virtud en una mofa, la perseguía con una intensidad tan sin sentido que todo aquel que se veía envuelto en esta persecución quedaba en ridículo y la misma virtud se convertía asimismo en algo ridículo.
- Ni un solo día más – repitió Guor.
Han sacudió la cabeza enfáticamente, los ojos todavía fijos en la boca de la cueva. Guor dejó la lanza en el suelo y se sentó: -¿No puedo hacerte comprender – rugió – que si no puede salvarse sola, tampoco tú puedes ayudarla?
Los ojos de Han, inalcanzables, adquirieron el negro profundo de la noche cerrada. – Es deforme y débil – murmuró.
- Está dominada por los malos espíritus – gruñó el iracundo. No busques explicaciones complicadas ni exceso de caridad. Nació defectuosa….Como otros nacen ciegos o mudos ¿Comprendes?
- Es que yo soy el jefe del clan y no puedo aceptar que una criatura desvalida sucumba en las fauces de las fieras -. Si fueras tú quien estaba indefenso y herido ¿cómo crees que iba a sentirme si no hubiera nadie que te ayudara? ¿Y si en lugar de ser un cazador fuerte y brillante, tuvieras defectos físicos como los que ella presenta?
Guor sintió un asco profundo e insoportable hacia sí mismo, como si se convirtiera lentamente en la maltrecha muchacha y graznó: - Nada. ¿Quieres sacarla de aquí?
.¿Cómo puedo echarla a la intemperie? Esta mañana ha vuelto a amenazarme con matarse. Está segura de que nadie la considera buena para nada.
- Llévala al bosque, donde la encontraste. Si un poder superior la protege, sobrevivirá.
- A ti no te abandonaría indefenso en el bosque Guor.
Él se levantó, tomó su lanza y huyó hacia su lecho antes de perder por completo el control de sí mismo.
Guor respetaba a Han porque era el jefe del clan y solamente reconociendo todos ellos ciegamente su liderazgo, lograban sobrevivir y prosperar. Pero había ocasiones en que le resultaban intolerables sus decisiones y entonces presentía a su alrededor unas fuerzas, unas corrientes invisibles, que se le escapaban. Han partía siempre de una consideración archisabida: era “bueno” hacerlo. Y llegaba a los más arriesgados compromisos con los espíritus del mal, a los que naturalmente nunca reconocía.
Guor no comprendía mucho cómo actuaban los espíritus del mal cuando ingresaban en un clan. Pero sin duda era por su accionar maléfico que muchos inviernos atrás habían muerto en esa misma caverna tantos hombres como pudieron comprobar por los huesos que, cubiertos por las cenizas de un cataclismo volcánico, encontraran al excavar el sitio adecuado para el fogón central. No habían muerto en condiciones normales ya que no estaban sepultados en la clásica posición flexionada ni estaban cubiertos con polvos ocres y rojos. También encontraron rudimentarios instrumentos de piedra afilada para cuerear y trozar las presas, puntas de lanzas de basalto toscamente trabajadas, cuchillos y raspadores de piedra de primitiva elaboración, leznas de hueso para perforar cueros y otros objetos pequeños. Sin duda aquellos “antiguos”, que no sabían fabricar puntas de flecha ni bolas semipulidas para la caza, habían sucumbido todos juntos por acción de espíritus y fuerzas inimaginables.
Tampoco habían dejado registros de su arte ni de su forma de rendir homenaje a la naturaleza de la cual se proveían. El clan al que pertenecían Han y Guor por su parte, en las rocas y cavernas donde se instalaban, en ocasiones por breves períodos, dejaban huellas de su arte rupestre decorándolos con esquemáticas e imaginativas pinturas en rojo, negro, amarillo o blanco. Manos, muchas manos, signo de creatividad inteligente y amorosa de los hombres, con los dedos abiertos, formando pueblos.A veces superponían escenas de caza. Seres humanos y animales ingenuamente representados, grecas, signos geométricos y motivos abstractos fruto del talento que desplegaban.
Guor temía a los espíritus malignos pero estaba lejos de oponerse a la virtud de preocuparse y tratar de ayudar a un semejante. Pero cuando la virtud se desbordaba, sentía la extraña sensación de que lo rondaban los demonios. Y no eran fruto de su imaginación, resultaban casi tangibles, eran criaturas con personalidad que en cualquier momento podían lanzar un aullido o avivar el fuego.
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Habían encontrado a la chica hacía dos meses, en medio del espeso bosque andino en el cual cazaban huemules. No supieron cómo había llegado allí, no les dio ninguna explicación aceptable. Pero estaba sola, hambrienta, indefensa y su tortuoso cuerpo permitía inferir que su presencia no habría sido tolerada en el clan del cual provenía. Las huellas delataban el acecho de las fieras. Tendría unos quince inviernos y Han se había compadecido brindándole protección, pensando que era “bueno” hacerlo. Brillaban agradecidos los ojos de la muchacha.
Guor le echó una rápida ojeada y detectó una mirada astuta y vivaz, difícil de relacionar con la desolada imagen de abandono que presentaba.
- Parece una chica sana – dijo Han.
- La gente sana no es deforme ni está abandonada.
- Cualquiera de nosotros puede hallarse en similar situación.
- No sabemos nada de ella. ¿Dónde está su tribu? ¿Porqué la abandonaron a su suerte?
- La llevaremos con nosotros.
Si en aquel momento Guor se hubiese mantenido firme, aún desafiando la autoridad del líder, posiblemente se habrían librado de la chica. Si su propio padre hubiera estado vivo, era seguro que se hubiera puesto firme en aquel momento; había sido el segundo jefe del clan y un accidente al caer de una cornisa durante una cacería, le había costado la vida. Aún después de muerto, sus apremiantes ordenes retumbaban en el cerebro de Guor cuando estaba presionado para tomar urgentes decisiones. Y le pareció que sería divertido demostrarle a Han que cometía un error. Muy pronto se daría cuenta y debería reconocer su acertada premonición.
Ahora estaba cavilando iracundo en el extremo más retirado de la caverna, las carcajadas de la chica estallándole en la cabeza, y maldijo el momento en que renunció a su derecho a oponerse.
Tan pronto ingresó al clan, Nami – tal era el nombre de la muchacha – fue instruida por las mujeres mayores acerca de los trabajos que serían de su responsabilidad. Recoger leña para que nunca falte y raspar los cueros de los animales presa de los cazadores, para eliminar restos de carne y grasa, paso previo al curtido de la piel. Por supuesto que debía participar en las tareas de recolección de vegetales comestibles, de huevos de ñandú y de pigmentos minerales para preparar pintura, tareas estas que eran de exclusiva incumbencia femenina. También se mostró hábil en las cacerías, en las cuales participaba todo el clan, colaborando en la captura o rematando las piezas heridas por los hombres que, arengados por Han en su carácter de líder de la tribu, desarrollaban la estrategia destinada a cercar la manada para finalmente atacarla con bolas, lanzas, arcos y flechas.
El guanaco proveía la mayor cantidad de carne pero también se aprovechaba su cuero, los huesos y hasta los tendones. La carne del ñandú era muy apreciada y también consumían la grasa, los huevos y obtenían materias primas para las artesanías entre las que se destacaban las agujas elaboradas con huesos de las aves.
De los 18 adultos que integraban el clan solo siete eran hombres cazadores. Y de ellos, tres eran demasiado jóvenes e inexpertos si bien ágiles y fornidos. La importancia de Guor como segundo jefe y principal cazador – proveedor resultaba evidente. Han no podía despreciarlo como parecía hacerlo, privilegiando su caridad para con esa chica. O quizás el jefe conocía muy bien el apego de Guor por su cálido lecho junto al fuego, tanto como él sabía que en soledad – si abandonaba el clan – le resultaría casi imposible sobrevivir. En el clan, la unión y la organización estricta de las tareas eran la base de la supervivencia.
- Pareces un viejo esperando la muerte – dijo Nami que se había aproximado sin que Guor, acuclillado y sumergido en sus iracundos pensamientos, lo advirtiera.
Saltó como tocado por el fuego, los ojos echando destellos. – No te acerques y vuelve a tus tareas.
Nami sonrió provocativamente y se sentó desafiante con los pies bajo el trasero. Guor pensó explicarle claramente que él conocía su juego, que no era tonto y advertía que ella perjudicaría el futuro del grupo. Pero cuando enfrentó su mirada socarrona, allí en el fondo de la caverna, el terror se apoderó de su lengua.
Con horror notó que ella se acercaba, se escurría hacia él y por último colocó su mano fláccida sobre su hombro.
- Guor no me quiere, pero a mí me parece muy atractivo.
Trató de alejarse pero los pies no le respondían. Nunca había enfrentado tanto terror, ni siquiera cuando con su lanza atravesó el primer tigre que había cercado con los perros.
El rostro pálido e irregular lo miraba fijamente. Ella no se movió y Guor no tuvo otro remedio que esperar. Había algo en aquella mirada que hacía pensar en la ceguera, pero era la ceguera de los que no saben que no pueden ver. Se sintió extrañamente enfermo. Aquellos ojos vacíos lo escudriñaban.
- A mí nadie me quiere – dijo la muchacha con voz contrariada. ¿Y si tu fueras yo y yo no pudiera soportarte?
- Han te tiene afecto y te protege – masculló él.
- ¡Vaya con él! ¡Es un viejo y tiene mujer! En cambio tu estás solo, eres más joven y apuesto.
Guor dijo sin aliento:
- ¡Deberías avergonzarte! ¡Cómo puedes hablar así de él si le debes la vida! Si descubro una vez más esa actitud, haré que te abandonen en la nieve.
Había una fuerza sorda detrás de su voz, aunque ésta fuera apenas un susurro.
- ¿Tú y quién más?- dijo ella desafiante mientras se paraba elevando su escaso metro cincuenta desde el suelo.
La agarró a ciegas por la delantera de la piel que la cubría, la sacó a rastras de la caverna y la dejó en la galería que a modo de mirador se proyectaba sobre el valle, unos 40 metros más abajo.
Giró y se dirigió a paso vivo hacia Han que discutía con varias mujeres el diseño ornamental que pintaban al dorso de un abrigo de espesa piel de guanaco. Tenía la intención de hacerle ver claramente su disgusto. No dejaría la más mínima duda sobre ese punto. La voz de su padre resonaba imperativamente dentro de su cabeza: - “Idiota”, le decía, “pon las cosas en su sitio. Exige respeto, antes de que te ridiculice todo el grupo”.
Cuando llegó ante el jefe, las mujeres hablaban todas al unísono sin darle oportunidad de expresarse con la privacidad que el caso merecía. Ofuscado, se fue a dormir y tardó mucho tiempo en conciliar el sueño, tanta era su excitación.
A la mañana siguiente, se acercó al fuego donde las mujeres habían dispuesto algunas presas de carne sobre las brasas. El ceño fruncido y la posición de su mandíbula indicaban que estaba de un humor peligroso. Cuando llevaba la intención de mantenerse firme, Guor parecía retroceder y tomar impulso antes de embestir. Han mordisqueaba un trozo de carne.
- Ahora escúchame – empezó, sentándose sobre una piedra que oficiaba de banco-, tengo algo que decirte sobre aquella chica y no tengo intenciones de repetirlo. -Tomó aliento-. No es más que una víbora. Te pone en ridículo a tus espaldas. Tiene la intención de sacarte todo lo que pueda y no significas nada para ella.
Han parecía haber pasado también mala noche. – ¡Termínala! Ella desarrolló muchas habilidades y nos hacen falta mujeres. ¡Se queda!-. Y siguió royendo su desayuno. -Ya sé que para ella soy como su padre, pero no nos sacará más de lo que ella misma aporte al grupo-.
Guor empezó a respirar como si estuviera al borde de un ataque de asma. “Estúpido”, resonaba en su cabeza la voz de su padre, “desafía su liderazgo, no seas cobarde”. Por supuesto que, por ser el principal cazador y segundo jefe del clan, era muy consciente de sus habilidades y destrezas, pero eso no justificaba – se dijo a sí mismo – que enfrentara al líder hasta el punto de provocar su ira.
Se replegó al fondo de la cueva, donde se instalara en señal de protesta. Tan pronto como abandonó la discusión, su padre apareció en su mente. Lo vio en cuclillas, gesticulando airado. “Deja que te pisotee”, le decía, “tú no eres como yo. No eres lo bastante hombre”.
Se puso a estirar el cuero de un gato montés que cazara el día anterior, sujetándolo al suelo con espinas de algarrobo, y poco a poco la imagen desapareció. La chica había causado una perturbación en las profundidades de su ser, en algún lugar que quedaba fuera del alcance de su poder de análisis. Se sentía como si hubiera visto una avalancha de nieve a corta distancia y tuviera la intuición de que iba a embestirlo. No se pudo concentrar en sus tareas hasta pasado el mediodía.
Una aguda sensación de que algo debía hacer y pronto, lo invadió por la tarde. La voz de su padre volvió a resonar en su cabeza apremiándolo a cambiar el rumbo que tomaban las cosas. Sintió que los demonios lo rondaban; esa conocida y desagradable sensación de estar frente a un desastre cercano e inevitable. Estaba seguro de que era la víbora quien los convocaba. Debía actuar y pronto, aunque sea contrariando la ley suprema del clan que prohibía dañar a un semejante.
Había observado que Nami solía tomar un té por las noches, una tisana a base de yuyos que le preparara la vieja shaman de la tribu para que conciliara el sueño cuando su torturada mente la atormentaba. Introdujo las bayas venenosas convenientemente molidas en la bolsita de cuero que contenía la mezcla vegetal de la chica, para que su deceso pareciera natural. Evitaría de este modo la ira de Han y alejaría de sí las sospechas.
- Debes comandar la partida de caza mañana mismo-, le dijo Han por la noche, - nuestras reservas de carne se agotan y no deja de nevar -. Al clarear el día siguiente, el jefe congregó al clan para la cacería y pronunció la arenga ritual referida a la necesidad de procurar alimentos para el grupo, y a la abundancia de presas que los esperaba. Basado en los informes de los exploradores, formuló indicaciones con respecto al lugar propuesto para la cacería y a las estrategias de captura. Hombres, mujeres y niños participaban en esa gran labor colectiva que garantizaba su sustento.
Una descarga de excitación recorrió al grupo. Con voz firme Guor encabezó el grupo de los cazadores que se aproximaría sin ser percibidos a los guanacos y avestruces aprovechando un profundo zanjón. Las mujeres y niños se distribuirían en un arco y empujarían a los desprevenidos animales contra una abrupta pared de piedra que constituía una trampa natural. Han daría, desde su puesto de comando, las precisas señales para que cada uno avanzara en el momento adecuado.
- Que comience la cacería- arengó Han y los cazadores partieron veloces por el zanjón. Ubicadas las mujeres y los niños en la posición adecuada y a la señal de Han, comenzaron a proferir gritos captando la atención de los animales que iniciaron su desplazamiento hacia la rocosa pared. Antes de que el jefe diera a los cazadores la señal de ataque final, un número importante de animales se escabulló por un desfiladero ascendente. Guor hizo señales para comunicar su decisión de dividir su grupo de ataque. Unos seguirían con el plan inicial mientras él con los restantes, treparían la escarpada pared rocosa para cortar la retirada a las presas en fuga.
Todo ocurrió vertiginosamente. Una roca cedió bajo el pié de apoyo de Guor que estaba concentrado en las reacciones del guanaco vigilante, al cual obedecía toda la manada. Su cuerpo cayó al vacío impactando pesadamente contra una providencial saliente que evitó que se despeñara hasta el fondo del barranco, 50 metros más abajo. Un hilo de sangre escapó de su frente y un telón negro cubrió la luminosidad del naciente día.
- No puedo ver-, exclamó angustiado, antes de perder el conocimiento.
Cuando despertó era de noche y percibió que yacía en su lecho del rocoso refugio. Trató de ubicar el resplandor de la fogata central, pero asumió, al no distinguirla, que se habría apagado. El cuerpo le dolía en varias partes por los golpes recibidos.
- No te muevas, has dormido durante seis días y sus noches -. Era la voz aliviada de Nami que a su lado, lo había cuidado con ahínco sin pegar un ojo, desde el incidente.
- Está oscuro, el fuego se apagó-.
- Has perdido la vista, seguramente la recuperarás con el transcurrir de unos días más- lo interrumpió la chica. – Eso dijo la vieja shaman -
Durante varias semanas, la muchacha cuidó del desvalido Guor guiándolo y acompañándolo en los más elementales quehaceres. Escuchaba su desdicha y lamentos por la tragedia que significaba para él, principal cazador del clan, verse reducido a la inutilidad. Pero ella lo admiraba, lo quería en secreto. Quizás el desafortunado accidente sufrido por Guor y la experiencia de sentirse dependiente, le permitiría aspirar a ser considerada por el fornido cazador. Por las noches, Nami no dormía y velaba el sueño exaltado del ciego. Durante el día, cuando alguna de las mujeres la relevaba, dormía algunas horas para no sucumbir por el agotamiento. Los golpes sanaron y los dolores desaparecieron, pero Guor no recuperó la visión.
- Es una carga para el clan -, dijo Kalok. Había asumido la responsabilidad de ser el primer cazador en reemplazo del accidentado. –Pasaron dos meses y no se ha recuperado -. Lanzó una mirada petulante hacia la figura grande y crispada de Guor que parecía un hombre atrapado por fuerzas desconocidas. Siempre lo había envidiado.
- Debemos cuidarlo y protegerlo -, contestó Han ,- los dioses apreciarán que hagamos lo correcto.
- Nami no cumple sus tareas habituales y sólo se ocupa de él -.
- Podremos salir adelante si realizamos esos trabajos entre todos -.
La muchacha escuchaba las discusiones y redoblaba sus cuidados para con el desvalido. Aceptaba su discapacidad y por momentos, agradecía a los espíritus por tenerlo únicamente para ella.
Los restantes sentidos de Guor se habían afinado compensado con mayor agudeza auditiva y un delicado sentido del tacto, la falta de visión. Se excitó terriblemente al escuchar a Kalok. En la oscuridad de su cerebro retumbó la voz de su padre: “Si fueras hombre de verdad, no aceptarías resignado tu inutilidad”. Sintió que los demonios volvían a rondar su cuerpo. No podía tolerar el sufrimiento y la pérdida de motivación que lo invadía.
Lentamente lo invadió la resignación volviéndose cada día más dependiente de la muchacha. Desapareció la aprensión que por ella sintiera. Sus caricias lo reconfortaban y sentía que la necesitaba casi tanto como el aire que respiraba. Los demonios y su padre lo dejaron en paz.
Ella lo estimuló para que comenzara a tallar a partir de las rocas, cuchillos y puntas de lanza y de flechas aprovechando su experiencia previa como cazador y el fino sentido del tacto que había desarrollado.
- Te prestaré mis ojos en la tarea y recolectaré las mejores rocas – verás que las mejores armas del clan surgirán de tus manos.
- En los lechos de los ríos y arroyos hallarás ópalo, granito y obsidiana – razonaba Guor, - son las piedras más trabajables.
Con golpes del martillo de piedra, de los trozos de roca seleccionados, desprendían fragmentos menores despojando al bloque original de la corteza exterior. El descortezamiento facilitaba la obtención de una porción de piedra manuable y apta para sacar fragmentos de dos tipos: las láminas alargadas y las lascas, más cortas. En ambas se podía utilizar el filo natural como cuchillo y con un trabajo más esmerado, Guor fabricaba herramientas adecuadas para cumplir otras funciones además del corte.
Para la confección de puntas de proyectiles seleccionaba fragmentos de roca que conservaban parte de la corteza exterior la que servía de base para hacer una punta. Para ello desprendía de ambas caras pequeños trozos de material a efectos de adelgazarla hasta lograr un trabajo acabado que conducía a la obtención de finas puntas.
No tardó el clan en reconocer el excelente trabajo que la pareja realizaba. Sus productos superaban los obtenidos por los demás.
- Quizás no haya sido abandonado por los espíritus -, argumentaba Kalok – tal vez puedan compensar al clan produciendo las armas para todos nosotros -.
La situación mejoraba y Guor recuperaba confianza transformado en artesano, apuntalado por la energía y la inquebrantable voluntad que aportaba Nami.
Fue al atardecer de un día de intenso trabajo. El cielo estaba cubierto de líneas rojas y mostaza. Discutieron por una trivialidad. Al principio fue un intercambio de opiniones que aumentó de tono lenta, pero constantemente. Ambos perdieron el control y pasaron a la agresión. Nami le clavó sus dedos y uñas en la cara mientras él trataba de aprisionarle los brazos que lo golpeaban como un molinete.
- Jamás cambiarás, solo piensas en ti mismo -. La voz de Nami era chillona, el rostro desencajado y empezó a temblar. - Sé muy bien cuando no se me quiere – continuó con los dientes castañeteando, gimoteando.
Por primera vez desde el accidente, necesitó ingerir el té que le recetara la shaman para poder conciliar el sueño. El nerviosismo era tanto que su enjuto cuerpo padecía convulsiones. Lentamente la ganó un sopor reparador. Ya no despertó.
Al amanecer, Guor percibió que algo andaba mal. El cuerpo rígido y frío de Nami yacía en el lecho contigüo. Sintió vértigos. Sus manos tantearon el suelo circundante hasta dar con el recipiente que había contenido la tisana envenenada y una oleada de espanto lo inmovilizó. Lo había olvidado por completo, ocluida su infamia por la autocompasión de su propia desgracia.
Descubrió que había quedado realmente solo, discapacitado e indefenso. Que el clan lo consideraría una carga inadmisible. La voz de su padre comenzó a atormentarlo nuevamente con indignación “¡Imbécil! ¡Mataste a la única persona que se ocupaba de tu miserable existencia!”
El clan deliberó por la tarde, después de sepultar el cuerpo de la muchacha. La shaman manifestó sin dudar que el ex cazador había sido marcado por los espíritus y nada bueno podría provenir ya de él. Que su presencia sería perjudicial para el grupo. La muerte de Nami era clara evidencia. Su opinión, sumada al respeto y temor que generaba en el grupo, volcó la decisión final. Han intentó defenderlo pero pronto percibió la inutilidad de su esfuerzo.
El día siguiente fue elegido por Han para trasladarse desde el refugio rocoso de invernada hacia sitios más altos. La primavera avanzaba y las manadas de guanacos se desplazaban hacia las zonas de veranada. Tras ellos, el clan buscaría nuevos paradores cercanos a las zonas de pastoreo que contaran con agua, leña y adecuada protección.
La marcha resultó dificultosa para Guor. Tropezaba y trastabillaba con frecuencia. Dos veces habría caído al vacío si no hubiera estado atado a una soga de seguridad que lo unía a Han.
Caminaron todo el día y al atardecer, el fresco aire, las hojas y ramas secas que pisaba y el olor húmedo característico de los árboles, le dijeron que habían ingresado al bosque. El jefe propuso un alto para recomponer las fuerzas.
Se quedó dormido sobre el suave colchón de la hojarasca. Cuando despertó sentía frío y el dolor del cuerpo entumecido le permitió deducir que había descansado varias horas en la misma posición. Posiblemente era de noche. El profundo silencio reinante le taladró los oídos. ¿Dónde estaban los demás? Tironeó de la soga de seguridad que llevaba anudada a la cintura. En su extremo descubrió la rugosa corteza de un añoso árbol.
Estaba solo en el bosque, condenado por su clan. El rugido de una fiera lo hizo tomar conciencia de que su tiempo terminaba. Los dioses lo habían abandonado.
lunes, 26 de abril de 2010
Guanaco
El Guanaco:una alternativa económica para conocer
Lic. Federico Villarreal [1]
Las llamas, alpacas, vicuñas y guanacos forman el grupo de los llamados camélidos sudamericanos. Estos animales se registran desde hace millones de años en Sudamérica, y por lo tanto forman parte de la fauna autóctona de esta (Massoia, E.; et al; 1980). Del total de especies de camélidos sudamericanos, dos de ellas son domésticas: la llama y la alpaca, en cambio la vicuña y el guanaco son silvestres.
Los camélidos eran utilizados por los antiguos habitantes de los Andes desde antes del Imperio Inca. Estos obtenían carne, cueros, fibras para tejidos, bezoares [3], abono para la tierra y combustible de los camélidos. Puede afirmarse que estos animales fueron para el Inca, lo que el caballo fue para el Mongol (Atunes de Mayolo, 1981; citado en Cajal, J; Amaya, J; 1985) en ambos casos estos animales resultaron el pívot en torno al cual giró la dinámica económica, militar y social de estas comunidades (Ruscitti, S; 1994).
El guanaco se constituye en parte del paisaje patagónico, aunque su población disminuyó drásticamente a lo largo de este siglo, ya que entre otras cosas, fue objeto de caza furtiva e indiscriminada, se lo consideró plaga y en la medida que se extendió la ganadería ovina, compitió por las pasturas. Sin embargo desde principios del siglo pasado se viene planteando la conveniencia de desarrollar sistemas productivos que incorporen al guanaco, dada la adaptabilidad de la especie y la posibilidad de obtener valiosos productos. Aunque el análisis económico del manejo del guanaco está poco desarrollado en Argentina, hoy muchas investigaciones vuelven a plantear esta alternativa, entre otras razones por:
Tratarse de un recurso natural de valor económico potencial.
Ser considerada una alternativa para sistemas agroecológicos degradados. [4]
El alto valor económico de sus productos (fibra, similar al de la vicuña; el valor escénico que su presencia tiene en el paisaje patagónico y eventualmente carne , valorada por su condición de silvestría [5])
La “sustentablidad” de los modelos de manejo de guanacos
En general cuando se plantea el uso de los guanacos siempre se hace mención a un manejo sustentable del mismo. En la mayoría de los casos suele asociarse el uso sustentable sin el sacrificio del animal para la obtención de la fibra, por esto en la mayor parte de los proyectos es remarcada la esquila en vivo de estos.
Los planteos actuales de uso del guanaco utilizan ciertos conceptos para definir su metodología de producción.
El sistema de manejo en semicautiverio se habla de acostumbramiento del guanaco para poder realizar su uso racional. El acostumbramiento de una animal silvestre implica su adaptación al hombre y al ambiente de cautividad. La domesticación, a su vez, implica cambios en la información genética producto de la selección artificial (Vilá, 2002). Esta modificación en los genes, con el objeto de lograr la domesticación de los animales, demanda un largo proceso y es implementada mediante la separación de los grupos familiares y la castración de los machos que no presentan características deseables (la castración es planteada como una tarea necesaria para el manejo de los animales, INTA EEA Bariloche, 2000; Sarasqueta, 1995; 2001).
El modelo de manejo extensivo supone el amansamiento de los guanacos. Este supuesto implica un proceso de aprendizaje en el cual el animal silvestre asocia por experiencia que el hombre es una fuente de alimento y protección. Cabe aclarar que si bien en la domesticación se busca el amansamiento esta no es condición para aquella (Vilá, op cit.). Bajo el supuesto de amansamiento quienes plantean este modelo afirman que la dinámica poblacional de estos animales no se verá afectada por el manejo del recurso. En una primera instancia este supuesto podría ser considerado como cierto, pero se carece de estudios sobre el comportamiento de la especie que prueben tal aseveración. Además tampoco es explicitado como será compatibilizado este supuesto con el régimen de propiedad del recurso y el cálculo de la carga de guanacos.
A partir de la realización de un manejo en silvestría los guanacos se mantienen en su hábitat natural y bajo las condiciones en las que desarrollaron todas sus actuales cualidades. Por este motivo no se pondría en riesgo su variabilidad genética y su dinámica poblacional [6]. Por lo anterior el manejo en silvestría puede considerarse en una primera instancia como una alternativa con menores riesgos, que el resto, de afectar la población de guanacos (Vilá, 2002).
Los camélidos sudamericanos silvestres son productores de una de las fibras más finas del mundo, esta característica es consecuencia de la adaptación natural de los animales al ambiente sin la intervención del hombre. Por esto resulta de fundamental importancia el desarrollo de investigaciones básicas que permitan identificar las consecuencias que podrían tener en el recurso la implementación de las diferentes alternativas de manejo.
Se podría afirmar que la combinación del manejo manejo en silvestría del guanaco con el manejo sustentable ovino, parecería en principio ser una alternativa económica y productiva viable y sustentable para el manejo de ambos recursos naturales: el suelo y el recurso vivo guanaco. La principal limitante encontrada en esta combinación es la falta de datos certeros sobre la influencia generada en el comportamiento del guanaco luego del encierre y la esquila del mismo y su influencia en la dinámica poblacional. La mejora en la técnica y el avance en los estudios sobre la incidencia en el comportamiento justificarían un nuevo estudio de esta combinación.
Situación actual y perspectivas futuras del mercado de lanas
Las existencias ovinas en Argentina sufren desde hace, al menos, dos décadas una drástica reducción. En términos relativos la importancia del stock patagónico, con relación al total Argentino, ha aumentado de un 50 a un 60%. La causa de dicho aumento no ha sido el incremento del número de cabezas en la región, sino una significativa reducción en la cantidad de animales del país. La crisis ovina posee distintos componentes, entre ellos pueden mencionarse la constante caída de precios internacionales; las políticas implementadas por el estado hasta el 2001 (convertibilidad cambiaria y política impositiva). Estas políticas generaron que los productores laneros sufrieran un aumento en los costos relativos. A estos hechos se le suman, especialmente a los productores patagónicos, situaciones ambientales que agravan aún más esta realidad, entre ellos pueden mencionarse: catástrofes climáticas (erupciones volcánicas, nevadas extraordinarias, etc.) y el creciente proceso de desertificación.
De acuerdo con un análisis propuesto por Muller (2001), existen perspectivas favorables para el mercado de lanas. A este análisis puede agregársele la devaluación sufrida por la moneda nacional y entonces las perspectivas para este producto exportable deberían ser aún mejores. Pese a ello se están implementando en Argentina distintos mecanismos con el objeto de superar la crisis de carácter estructural que afronta el sector lanero patagónico.
El mercado de fibras
Por sus particulares características longitud, micronage, resistencia al lavado, etc.; las fibras provenientes de estos ungulados se encuentran agrupadas bajo la denominación de fibras laneras “finas o apreciadas”. Este tipo de fibras representan sólo el 2.6% del total de las fibras laneras comercializadas en el mundo, y particularmente las fibras textiles provenientes de camélidos sudamericanos (domésticos y silvestres) constituyen el 0.1% de este total (Vinella, S; 1993).
Pese a la escasa incidencia de estas fibras en el mercado internacional de fibras, pueden identificarse en su estructura y funcionamiento situaciones que le confieren ciertas particularidades.
Estructuralmente este mercado puede ser considerado oligopólico debido a muy pocas empresas son las que operan en la compra y posterior comercialización de la fibra, principalmente en el mercado internacional. Esta ventaja les permite a las empresas distorsionar significativamente los precios de la fibra, tanto el precio percibido por los productores como el pagado por los compradores finales esta fibra (Vinella, op cit.). Esta situación suele identificarse en los productores que poseen una escala de producción pequeña o mediana, los cuales comercializan su producción en almacenes o pequeños acopios locales. Los acopiadores a su vez comercializan la producción a otros acopiadores de mayor envergadura y finalmente llegan a Buenos Aires donde son adquiridas por alguna de las empresas exportadoras oligopólicas que conoce y maneja los mecanismos necesarios para la exportación de la producción (García Fernández, J. J.; 1992).
Este escenario dificulta en gran medida la estimación de los ingresos y consecuentemente relativaza las aseveraciones sobre la viabilidad económica de los proyectos de inversión destinados a pequeños y medianos productores, ya que los precios recibidos por estos no son los mismos que los generados en el mercado mundial.
Caracterización de la demanda
Si bien las cualidades de la fibra de guanaco son similares a las de la vicuña, las prendas elaboradas con la primera tienen altos precios y el mercado consumidor de este tipo de productos es limitado. Quien adquiere una prenda confeccionada a base de estas fibras desea satisfacer sus necesidades de poseer un bien de excelente calidad y exclusivo. Esto lleva a plantear que probablemente demanda de estos productos sea considerablemente elástica, es decir, ante un aumento de la cantidad ofrecida, el precio del producto se reduce más que proporcionalmente.
Han sido desarrollados diferentes estudios que plantean la necesidad de implementar estrategias que fomenten la inserción de prendas elaboradas a base de fibra de guanaco en los mercados nacionales e internacionales. Con este objetivo fueron identificados los posibles nichos de mercado para los productos de guanacos. Tomando como base un estudio realizado por Manrizio Vaglio (1995) pueden distinguirse tres posibles segmentos:
El publico que consume artículos artesanales. Las prendas demandas por este, poseen baja calidad y el comprador típico es un joven con poca capacidad de gasto, que vive en general en las grandes ciudades. Busca en estas piezas algo original y natural, que cueste poco. No parece atractivo desde el punto de vista económico, encarar una producción en mayor escala en este segmento.
El público que consume productos de alta costura (abrigos, trajes) que valora principalmente la terminación y la suavidad de la prenda. El consumidor es una persona de alto poder adquisitivo. Los puntos de venta son tiendas especializadas en las zonas centrales de las grandes ciudades. La estructura industrial argentina no tiene capacidad y tecnología para competir con la europea en este mercado.
Finalmente, hay un segmento que se encuentra compuesto por personas de un nivel económico medio a medio alto, el cual demanda artículos corrientes de punto. Buscan no solo obtener una prenda suave al tacto, sino también satisfacción de consumir una fibra no artificial que se identifica con la imagen de que proviene de un animal que vive cerca del cielo en territorios aun no contaminados. Este pareciese ser el segmento mas apropiado para la venta de prendas elaboradas en Argentina, aunque debe destacarse que no existe estructura ni industrial ni comercial para el desarrollo actual de este mercado.
Las características definidas por Vaglio (1995) respecto a los productos artesanales, puede ser sustancialmente modificado por la obtención de productos de alta calidad artesanal. Para ello es necesario incorporar al proceso: un programa de diseño de la indumentaria; combinaciones con otras fibras naturales que resalten la calidad del producto; y promocionar el producto en segmentos de mercado con alto poder adquisitivo y mercados internacionales. Esto originaría una creación de riqueza regional y evitaría la acción oligopólica (Vieites, 2003).
Si bien desde los últimos diez años existe una marcada tendencia positiva de los precios, nada permitiría indicar su comportamiento ante un significativo aumento de la oferta. En un principio la situación analizada permitiría predecir una caída en el precio, pero la magnitud de esta no puede ser cuantificada por falta de información tanto de la oferta como de la demanda. En esta situación resultaría muy apropiado el diseño de estrategias de mercado que permitiesen, ante importante aumento de la oferta, la amortiguación de la caída de los precios. Algunos proyectos de inversión en producción de fibra de guanaco aseguran un precio invariable de la fibra de alrededor de u$s 300 el kilogramo de fibra sucia [7], pero no explican las características que ha de tener el producto ni el productor para ser capaz de percibir ese precio (cantidad de guanacos en producción, conocimiento de los canales de comercialización, etc).
Percepción de los mercados internacionales de la oferta argentina de fibras finas
La particular percepción que las empresas compradoras de fibras de camélidos tienen de la oferta Argentina explica la difícil inserción que tendrá este producto, pese a sus excelentes condiciones de calidad, en los mayores mercados del mundo. Han sido consultadas distintas investigaciones, las cuales realizan encuestas a empresas textiles italianas que trabajan con estas fibras (estas concentran mas del 50% de de la demanda) (Duba, 1995). En términos generales los resultados obtenidos por estos estudios pueden sintetizarse en las siguientes afirmaciones:
La fibra de guanaco es la fibra proveniente de camélidos menos conocida por los empresarios, y solo un 9% de estos estaría dispuesto a trabajarla. (Duba, op cit). En el mismo estudio muestra que el 72% de las empresas encuestadas no tenía conocimiento de las disposiciones emanadas de CITES, este hecho determina la trascendencia que posee este tipo de fibra en la producción de las empresas consultadas.
Los consumidores no conocen la fibra por la escasa oferta existente. Debido a que la oferta se encuentra muy por debajo de la demanda del producto, el precio se encuentra sobredimensionado. Además el precio de estas fibras es muy difícil de conocer y generalmente es determinado solo por especialistas. (Proyecto NTP/91/528/906; 1991).
En este contexto las conclusiones sobre los precios de la fibra en dicho mercado resultan intuitivas, ya que la falta de conocimientos sobre la demanda de este producto no permite predecir el comportamiento del mismo. Por otro lado en el ámbito nacional, el nomenclador aduanero no es apto para poder determinar los volúmenes de exportación, debido a que agrupa en una misma posición a fibras de disímiles características y precios [8]. Este hecho hace sumamente dificultoso el cálculo de los volúmenes exportados de fibra de guanaco y el análisis de su evolución en el tiempo.
A modo de conclusión podemos decir que la posibilidad económica del uso del guanaco merece estudiarse detenidamente, ya que por una parte su sola existencia tiene valor económico (valor escénico) y si por otra se encuentra la forma de producir fibra sin alterar la dinámica de la especie o su valor genético podría constituir un interesante complemento de la actividad ovina en Patagonia. Encontrar el valor económico de un recurso es una forma certera de preservarlo.
Bibliografía
Cajal, Jorge L.; J. N. Amaya. (1985). Estado actual de las investigaciones sobre camélidos en la República Argentina. SECYT, Buenos Aires.
García Fernández, Juan J.. 1992. Análisis del mercado de pelos finos de camélidos sudamericanos de Argentina. Serie Técnica Vol. 6. FUCEMA.
Duba, Mónica M. 1995. Estudio de mercado de fibras finas textiles de Camélidos Sudamericanos. CONCET-INTA Abra Pampa.
INTA Bariloche. 2001. Hoja informativa. “La cría de guanacos es semicautividad”. INTA-GTZ.
Maguire, A y O. Adot. 1999. Producción y comercialización de la fibra del guanaco (lama guanicoe) y la vicuña (vicugna vicugna) en la Argentina. Versión preliminar. Mimeo.
Massoia, E.; Renard de Coquet, S y Fernandez, J. 1980. Lama guanicoe en la economía primitiva, según registros arqueológicos verificados en la excavación de Chenque Haichol, Neuquen. IDIA mayo-junio 1980.
Muller, Joaquín. (2001). Producción ovina en Argentina, situación actual y perspectivas futuras. Comunicación técnica N º 392 Área producción animal. INTA.
Proyecto NTP/91/528/906 Unión Europea. 1991. Mejora de la producción de pelos finos de camélidos Argentinos. Fase II.
Romero, C. Elías. 1927. “Llamas y Alpacas, Vicuñas y guanacos”. Impreso por Felipe Gurfinkel, Bs. As.. Trabajo final para optar por el título de grado de Ingeniero Agrónomo UBA.
Ruscitti, Andrea Silvia . 1994. "Camélidos Silvestres Sudamericanos -su uso sustentable-". Trabajo final para optar por el título de grado de Ingeniero Agrónomo UBA.
Sarasqueta, Daniel V. 2001. Cría y reproducción de Guanacos en Cautividad (Lama Guanicoe). INTA-GTZ. Centro regional Patagonia Norte INTA EEA Bariloche.
Sarasqueta, Daniel. 1995. Manejo en Semicautiverio. En Técnicas para el Manejo del Guanaco. ED Silvia Puig UICN.
Vaglio, M. 1995. Escenario del mercado europeo de las fibras finas de camélidos: análisis de las oportunidades y de las posibles estrategias comerciales. Sin editar.
Vieites, C. M. 2003. Entrevista personal FA-UBA.
Vilá, B. 2002. La silvestría de las vicuñas, una característica esencial para su conservación y manejo. En Ecología Austral (en prensa).
Vinella, Sebastiano. 1993. El mercado europeo de las fibras de camélidos sudamericanos. En actas publicadas del taller sobre producción y comercialización de fibras especiales. San Carlos de Bariloche, Río Negro Argentina. Merco del proyecto fibras especiales INTA.
Lic. Federico Villarreal [1]
Las llamas, alpacas, vicuñas y guanacos forman el grupo de los llamados camélidos sudamericanos. Estos animales se registran desde hace millones de años en Sudamérica, y por lo tanto forman parte de la fauna autóctona de esta (Massoia, E.; et al; 1980). Del total de especies de camélidos sudamericanos, dos de ellas son domésticas: la llama y la alpaca, en cambio la vicuña y el guanaco son silvestres.
Los camélidos eran utilizados por los antiguos habitantes de los Andes desde antes del Imperio Inca. Estos obtenían carne, cueros, fibras para tejidos, bezoares [3], abono para la tierra y combustible de los camélidos. Puede afirmarse que estos animales fueron para el Inca, lo que el caballo fue para el Mongol (Atunes de Mayolo, 1981; citado en Cajal, J; Amaya, J; 1985) en ambos casos estos animales resultaron el pívot en torno al cual giró la dinámica económica, militar y social de estas comunidades (Ruscitti, S; 1994).
El guanaco se constituye en parte del paisaje patagónico, aunque su población disminuyó drásticamente a lo largo de este siglo, ya que entre otras cosas, fue objeto de caza furtiva e indiscriminada, se lo consideró plaga y en la medida que se extendió la ganadería ovina, compitió por las pasturas. Sin embargo desde principios del siglo pasado se viene planteando la conveniencia de desarrollar sistemas productivos que incorporen al guanaco, dada la adaptabilidad de la especie y la posibilidad de obtener valiosos productos. Aunque el análisis económico del manejo del guanaco está poco desarrollado en Argentina, hoy muchas investigaciones vuelven a plantear esta alternativa, entre otras razones por:
Tratarse de un recurso natural de valor económico potencial.
Ser considerada una alternativa para sistemas agroecológicos degradados. [4]
El alto valor económico de sus productos (fibra, similar al de la vicuña; el valor escénico que su presencia tiene en el paisaje patagónico y eventualmente carne , valorada por su condición de silvestría [5])
La “sustentablidad” de los modelos de manejo de guanacos
En general cuando se plantea el uso de los guanacos siempre se hace mención a un manejo sustentable del mismo. En la mayoría de los casos suele asociarse el uso sustentable sin el sacrificio del animal para la obtención de la fibra, por esto en la mayor parte de los proyectos es remarcada la esquila en vivo de estos.
Los planteos actuales de uso del guanaco utilizan ciertos conceptos para definir su metodología de producción.
El sistema de manejo en semicautiverio se habla de acostumbramiento del guanaco para poder realizar su uso racional. El acostumbramiento de una animal silvestre implica su adaptación al hombre y al ambiente de cautividad. La domesticación, a su vez, implica cambios en la información genética producto de la selección artificial (Vilá, 2002). Esta modificación en los genes, con el objeto de lograr la domesticación de los animales, demanda un largo proceso y es implementada mediante la separación de los grupos familiares y la castración de los machos que no presentan características deseables (la castración es planteada como una tarea necesaria para el manejo de los animales, INTA EEA Bariloche, 2000; Sarasqueta, 1995; 2001).
El modelo de manejo extensivo supone el amansamiento de los guanacos. Este supuesto implica un proceso de aprendizaje en el cual el animal silvestre asocia por experiencia que el hombre es una fuente de alimento y protección. Cabe aclarar que si bien en la domesticación se busca el amansamiento esta no es condición para aquella (Vilá, op cit.). Bajo el supuesto de amansamiento quienes plantean este modelo afirman que la dinámica poblacional de estos animales no se verá afectada por el manejo del recurso. En una primera instancia este supuesto podría ser considerado como cierto, pero se carece de estudios sobre el comportamiento de la especie que prueben tal aseveración. Además tampoco es explicitado como será compatibilizado este supuesto con el régimen de propiedad del recurso y el cálculo de la carga de guanacos.
A partir de la realización de un manejo en silvestría los guanacos se mantienen en su hábitat natural y bajo las condiciones en las que desarrollaron todas sus actuales cualidades. Por este motivo no se pondría en riesgo su variabilidad genética y su dinámica poblacional [6]. Por lo anterior el manejo en silvestría puede considerarse en una primera instancia como una alternativa con menores riesgos, que el resto, de afectar la población de guanacos (Vilá, 2002).
Los camélidos sudamericanos silvestres son productores de una de las fibras más finas del mundo, esta característica es consecuencia de la adaptación natural de los animales al ambiente sin la intervención del hombre. Por esto resulta de fundamental importancia el desarrollo de investigaciones básicas que permitan identificar las consecuencias que podrían tener en el recurso la implementación de las diferentes alternativas de manejo.
Se podría afirmar que la combinación del manejo manejo en silvestría del guanaco con el manejo sustentable ovino, parecería en principio ser una alternativa económica y productiva viable y sustentable para el manejo de ambos recursos naturales: el suelo y el recurso vivo guanaco. La principal limitante encontrada en esta combinación es la falta de datos certeros sobre la influencia generada en el comportamiento del guanaco luego del encierre y la esquila del mismo y su influencia en la dinámica poblacional. La mejora en la técnica y el avance en los estudios sobre la incidencia en el comportamiento justificarían un nuevo estudio de esta combinación.
Situación actual y perspectivas futuras del mercado de lanas
Las existencias ovinas en Argentina sufren desde hace, al menos, dos décadas una drástica reducción. En términos relativos la importancia del stock patagónico, con relación al total Argentino, ha aumentado de un 50 a un 60%. La causa de dicho aumento no ha sido el incremento del número de cabezas en la región, sino una significativa reducción en la cantidad de animales del país. La crisis ovina posee distintos componentes, entre ellos pueden mencionarse la constante caída de precios internacionales; las políticas implementadas por el estado hasta el 2001 (convertibilidad cambiaria y política impositiva). Estas políticas generaron que los productores laneros sufrieran un aumento en los costos relativos. A estos hechos se le suman, especialmente a los productores patagónicos, situaciones ambientales que agravan aún más esta realidad, entre ellos pueden mencionarse: catástrofes climáticas (erupciones volcánicas, nevadas extraordinarias, etc.) y el creciente proceso de desertificación.
De acuerdo con un análisis propuesto por Muller (2001), existen perspectivas favorables para el mercado de lanas. A este análisis puede agregársele la devaluación sufrida por la moneda nacional y entonces las perspectivas para este producto exportable deberían ser aún mejores. Pese a ello se están implementando en Argentina distintos mecanismos con el objeto de superar la crisis de carácter estructural que afronta el sector lanero patagónico.
El mercado de fibras
Por sus particulares características longitud, micronage, resistencia al lavado, etc.; las fibras provenientes de estos ungulados se encuentran agrupadas bajo la denominación de fibras laneras “finas o apreciadas”. Este tipo de fibras representan sólo el 2.6% del total de las fibras laneras comercializadas en el mundo, y particularmente las fibras textiles provenientes de camélidos sudamericanos (domésticos y silvestres) constituyen el 0.1% de este total (Vinella, S; 1993).
Pese a la escasa incidencia de estas fibras en el mercado internacional de fibras, pueden identificarse en su estructura y funcionamiento situaciones que le confieren ciertas particularidades.
Estructuralmente este mercado puede ser considerado oligopólico debido a muy pocas empresas son las que operan en la compra y posterior comercialización de la fibra, principalmente en el mercado internacional. Esta ventaja les permite a las empresas distorsionar significativamente los precios de la fibra, tanto el precio percibido por los productores como el pagado por los compradores finales esta fibra (Vinella, op cit.). Esta situación suele identificarse en los productores que poseen una escala de producción pequeña o mediana, los cuales comercializan su producción en almacenes o pequeños acopios locales. Los acopiadores a su vez comercializan la producción a otros acopiadores de mayor envergadura y finalmente llegan a Buenos Aires donde son adquiridas por alguna de las empresas exportadoras oligopólicas que conoce y maneja los mecanismos necesarios para la exportación de la producción (García Fernández, J. J.; 1992).
Este escenario dificulta en gran medida la estimación de los ingresos y consecuentemente relativaza las aseveraciones sobre la viabilidad económica de los proyectos de inversión destinados a pequeños y medianos productores, ya que los precios recibidos por estos no son los mismos que los generados en el mercado mundial.
Caracterización de la demanda
Si bien las cualidades de la fibra de guanaco son similares a las de la vicuña, las prendas elaboradas con la primera tienen altos precios y el mercado consumidor de este tipo de productos es limitado. Quien adquiere una prenda confeccionada a base de estas fibras desea satisfacer sus necesidades de poseer un bien de excelente calidad y exclusivo. Esto lleva a plantear que probablemente demanda de estos productos sea considerablemente elástica, es decir, ante un aumento de la cantidad ofrecida, el precio del producto se reduce más que proporcionalmente.
Han sido desarrollados diferentes estudios que plantean la necesidad de implementar estrategias que fomenten la inserción de prendas elaboradas a base de fibra de guanaco en los mercados nacionales e internacionales. Con este objetivo fueron identificados los posibles nichos de mercado para los productos de guanacos. Tomando como base un estudio realizado por Manrizio Vaglio (1995) pueden distinguirse tres posibles segmentos:
El publico que consume artículos artesanales. Las prendas demandas por este, poseen baja calidad y el comprador típico es un joven con poca capacidad de gasto, que vive en general en las grandes ciudades. Busca en estas piezas algo original y natural, que cueste poco. No parece atractivo desde el punto de vista económico, encarar una producción en mayor escala en este segmento.
El público que consume productos de alta costura (abrigos, trajes) que valora principalmente la terminación y la suavidad de la prenda. El consumidor es una persona de alto poder adquisitivo. Los puntos de venta son tiendas especializadas en las zonas centrales de las grandes ciudades. La estructura industrial argentina no tiene capacidad y tecnología para competir con la europea en este mercado.
Finalmente, hay un segmento que se encuentra compuesto por personas de un nivel económico medio a medio alto, el cual demanda artículos corrientes de punto. Buscan no solo obtener una prenda suave al tacto, sino también satisfacción de consumir una fibra no artificial que se identifica con la imagen de que proviene de un animal que vive cerca del cielo en territorios aun no contaminados. Este pareciese ser el segmento mas apropiado para la venta de prendas elaboradas en Argentina, aunque debe destacarse que no existe estructura ni industrial ni comercial para el desarrollo actual de este mercado.
Las características definidas por Vaglio (1995) respecto a los productos artesanales, puede ser sustancialmente modificado por la obtención de productos de alta calidad artesanal. Para ello es necesario incorporar al proceso: un programa de diseño de la indumentaria; combinaciones con otras fibras naturales que resalten la calidad del producto; y promocionar el producto en segmentos de mercado con alto poder adquisitivo y mercados internacionales. Esto originaría una creación de riqueza regional y evitaría la acción oligopólica (Vieites, 2003).
Si bien desde los últimos diez años existe una marcada tendencia positiva de los precios, nada permitiría indicar su comportamiento ante un significativo aumento de la oferta. En un principio la situación analizada permitiría predecir una caída en el precio, pero la magnitud de esta no puede ser cuantificada por falta de información tanto de la oferta como de la demanda. En esta situación resultaría muy apropiado el diseño de estrategias de mercado que permitiesen, ante importante aumento de la oferta, la amortiguación de la caída de los precios. Algunos proyectos de inversión en producción de fibra de guanaco aseguran un precio invariable de la fibra de alrededor de u$s 300 el kilogramo de fibra sucia [7], pero no explican las características que ha de tener el producto ni el productor para ser capaz de percibir ese precio (cantidad de guanacos en producción, conocimiento de los canales de comercialización, etc).
Percepción de los mercados internacionales de la oferta argentina de fibras finas
La particular percepción que las empresas compradoras de fibras de camélidos tienen de la oferta Argentina explica la difícil inserción que tendrá este producto, pese a sus excelentes condiciones de calidad, en los mayores mercados del mundo. Han sido consultadas distintas investigaciones, las cuales realizan encuestas a empresas textiles italianas que trabajan con estas fibras (estas concentran mas del 50% de de la demanda) (Duba, 1995). En términos generales los resultados obtenidos por estos estudios pueden sintetizarse en las siguientes afirmaciones:
La fibra de guanaco es la fibra proveniente de camélidos menos conocida por los empresarios, y solo un 9% de estos estaría dispuesto a trabajarla. (Duba, op cit). En el mismo estudio muestra que el 72% de las empresas encuestadas no tenía conocimiento de las disposiciones emanadas de CITES, este hecho determina la trascendencia que posee este tipo de fibra en la producción de las empresas consultadas.
Los consumidores no conocen la fibra por la escasa oferta existente. Debido a que la oferta se encuentra muy por debajo de la demanda del producto, el precio se encuentra sobredimensionado. Además el precio de estas fibras es muy difícil de conocer y generalmente es determinado solo por especialistas. (Proyecto NTP/91/528/906; 1991).
En este contexto las conclusiones sobre los precios de la fibra en dicho mercado resultan intuitivas, ya que la falta de conocimientos sobre la demanda de este producto no permite predecir el comportamiento del mismo. Por otro lado en el ámbito nacional, el nomenclador aduanero no es apto para poder determinar los volúmenes de exportación, debido a que agrupa en una misma posición a fibras de disímiles características y precios [8]. Este hecho hace sumamente dificultoso el cálculo de los volúmenes exportados de fibra de guanaco y el análisis de su evolución en el tiempo.
A modo de conclusión podemos decir que la posibilidad económica del uso del guanaco merece estudiarse detenidamente, ya que por una parte su sola existencia tiene valor económico (valor escénico) y si por otra se encuentra la forma de producir fibra sin alterar la dinámica de la especie o su valor genético podría constituir un interesante complemento de la actividad ovina en Patagonia. Encontrar el valor económico de un recurso es una forma certera de preservarlo.
Bibliografía
Cajal, Jorge L.; J. N. Amaya. (1985). Estado actual de las investigaciones sobre camélidos en la República Argentina. SECYT, Buenos Aires.
García Fernández, Juan J.. 1992. Análisis del mercado de pelos finos de camélidos sudamericanos de Argentina. Serie Técnica Vol. 6. FUCEMA.
Duba, Mónica M. 1995. Estudio de mercado de fibras finas textiles de Camélidos Sudamericanos. CONCET-INTA Abra Pampa.
INTA Bariloche. 2001. Hoja informativa. “La cría de guanacos es semicautividad”. INTA-GTZ.
Maguire, A y O. Adot. 1999. Producción y comercialización de la fibra del guanaco (lama guanicoe) y la vicuña (vicugna vicugna) en la Argentina. Versión preliminar. Mimeo.
Massoia, E.; Renard de Coquet, S y Fernandez, J. 1980. Lama guanicoe en la economía primitiva, según registros arqueológicos verificados en la excavación de Chenque Haichol, Neuquen. IDIA mayo-junio 1980.
Muller, Joaquín. (2001). Producción ovina en Argentina, situación actual y perspectivas futuras. Comunicación técnica N º 392 Área producción animal. INTA.
Proyecto NTP/91/528/906 Unión Europea. 1991. Mejora de la producción de pelos finos de camélidos Argentinos. Fase II.
Romero, C. Elías. 1927. “Llamas y Alpacas, Vicuñas y guanacos”. Impreso por Felipe Gurfinkel, Bs. As.. Trabajo final para optar por el título de grado de Ingeniero Agrónomo UBA.
Ruscitti, Andrea Silvia . 1994. "Camélidos Silvestres Sudamericanos -su uso sustentable-". Trabajo final para optar por el título de grado de Ingeniero Agrónomo UBA.
Sarasqueta, Daniel V. 2001. Cría y reproducción de Guanacos en Cautividad (Lama Guanicoe). INTA-GTZ. Centro regional Patagonia Norte INTA EEA Bariloche.
Sarasqueta, Daniel. 1995. Manejo en Semicautiverio. En Técnicas para el Manejo del Guanaco. ED Silvia Puig UICN.
Vaglio, M. 1995. Escenario del mercado europeo de las fibras finas de camélidos: análisis de las oportunidades y de las posibles estrategias comerciales. Sin editar.
Vieites, C. M. 2003. Entrevista personal FA-UBA.
Vilá, B. 2002. La silvestría de las vicuñas, una característica esencial para su conservación y manejo. En Ecología Austral (en prensa).
Vinella, Sebastiano. 1993. El mercado europeo de las fibras de camélidos sudamericanos. En actas publicadas del taller sobre producción y comercialización de fibras especiales. San Carlos de Bariloche, Río Negro Argentina. Merco del proyecto fibras especiales INTA.
Pasturas nativas y manejo forrajero en Patagonia
Especies forrajeras y manejode pastizales en la Patagonia
Por el Ing.P.A. Omar J. Yagüe - 04/04/2002
A manera de introducción:
La topografía patagónica varía mucho desde la zona de cordillera y precordillera, con precipitaciones mas altas (lluvia y nieve) y por lo tanto mayor calidad de especies forrajeras, hasta la zona costera, de menores lluvias, y menor potencial forrajero.
Sin embargo, dentro de estas zonas tan diferentes, también existen las excepciones, y así encontramos campos pobres en la precordillera, y campos muy buenos en la costa.
Pero, se puede decir que hay una escala de mayor a menor potencial en dirección Oeste-Este, de la Patagonia.
El problema principal en esta gran diversidad de topografías, paisajes, etc., es lógicamente las diferencias de lluvias y cantidad de nieve caída. Esto lleva a que la recuperación de campos no es la misma en la cordillera y precordillera que en la zona de meseta central y costa patagónica, donde se encuentran los mayores problemas de desertificacion.
Dentro de las especies que encontramos en un campo natural característico de la Patagonia , tenemos: (Clasificación INTA ESQUEL – listado abreviado)
Escala:
0 - ningún valor forrajero 5 – máximo valor forrajero
Especie
Valor Forrajero
Gramíneas:
Stipa tenuis – “flechilla”
4
Stipa humilis – “coirón llama”
0
Stipa speciosa - "coirón amargo"
2
Poa ligularis – “coirón poa”
5
Poa lanuginosa – “pasto hebra”
3
Sporobolus rigens – “unquillo”
0
Bromus brevis – “cebadilla pampeana”
5
Hordeum comosum – “cola de zorro”
5
Festuca Argentina – “huecú”
0
Arbustos y subarbustos:
Schinus polygamus – “molle”
1
Mulinum spinosum – “neneo”
1
Prosopis denudans – “algarrobillo”
2
Trevoa patagónica – “malaspina”
0
Berberis heterophylla – “calafate”
0
Acantholippia seriphioides – “tomillo”
2
Nassauvia glomerulosa – “cola de piche”
2
Nassauvia ulicina – “manca perro”
0
Chuquiraga histrix – “uña de gato”
2
Adesmia campestris – “mamuel choique”
2
De todas estas, las gramíneas son las que mayor valor forrajero aportan. Pero como se ve en el cuadro, no todas son forrajeras.
Una forma de identificar a simple vista pastos no forrajeros a campo, es el tamaño de las plantas comparado con los que son comidos por los animales, excepto cuando el campo esta totalmente degradado, lo que significa que los animales han tenido que comer también estos pastos, por ejemplo en Inviernos muy crudos, con nieve, etc. Pero generalmente, en campos “normales” esto se puede apreciar
Cuando hablo de animales, me refiero a ganado ovino, ya que los vacunos se crían en valles denominados mallines, que son áreas de mucha humedad y fertilidad (similar a la mejor pastura de la pampa húmeda). Mas adelante hago una reseña de esto
El Inta ha desarrollado un método de reconocimiento de especies forrajeras a campo y recuento de las mismas, para poder establecer la carga animal optima para el cuadro o potrero.
Los arbustos y subarbustos, son en mi opinión, muy importantes en ciertas épocas del año.
En inviernos muy nevadores, donde la nieve tapa prácticamente todo el suelo y el pasto, las ovejas ramonean estos arbustos para subsistir.
Algunos como el neneo y el mamuel choique son muy comidos en Primavera hasta mediados del verano (los animales comen los brotes florales).En zonas muy degradadas, estos representan una enorme “ayuda”.
El “neneo” es muy apetecido por las ovejas, y tal es así, que llega a dar un sabor amargo a la carne de los corderos, en zonas donde escasean mejores pastos, y los animales se ven obligados a comer de este arbusto.
El coiron Poa, y el pasto hebra (valor forrajero 5), son excelentes para el ganado, pero lamentablemente, por ser tan apetecidos, son los que primero desaparecen del suelo. Realmente cuesta mucho verlos en el campo, en zonas degradadas. Estos pastos, para que tengan una idea, pueden tener una altura de 2-3 cm en campos regulares hasta 7-8 cm en campos buenos o descansados. Realmente son pastos de escaso porte.
Otro aporte forrajero lo dan las “gramíneas de estación” como las solemos llamar. Crecen en rincones húmedos del campo, aprovechando la humedad de la primavera, pero duran muy poco tiempo (dependiendo de la humedad del suelo). Con esto me refiero, a que no son parte del “elenco estable” del forraje del campo. Dentro de estas tenemos por ejemplo: la flechilla. Y algunas especies de cebadillas.
También tenemos especies tóxicas: como el coirón huecú (Festuca Argentina). Este coiron es parasitado por un hongo que produce una toxicidad en el ganado llamado “borrachera”. Los lanares difícilmente lo comen, pero los bovinos y los equinos los suelen comer en el invierno, cuando esta húmedo por las lluvias. Además, es un pasto que siempre esta verde y es muy “tentador”. Se reconoce muy fácilmente a campo, por su gran tamaño y su verdor casi constante. Se imaginan, que cuando nieva mucho, este coirón generalmente queda descubierto por su tamaño, y las vacas tienden a comerlo. La enfermedad generalmente es leve, pero hay que tratarlos urgentemente con anticiánicos, ya que de lo contrario pueden morir.
En los campos patagónicos, es muy común la presencia de aguadas, manantiales o surgentes. Alrededor de estos “oasis” se instalan especies mucho más tiernas, y podemos encontrar: trébol blanco, rojo, ray grass, cebadilla, timote, etc.
Cuando estas áreas son más o menos extensas, se los denomina mallines. Los mallines generalmente se forman en los valles circundados por montañas, donde las aguas escurren hasta ellos.
Estos lugares, son excepcionales por su producción a través de todo el año. Aquí tenemos las mejores especies forrajeras que se puedan imaginar: Ray grass, cebadilla, tréboles de todo tipo, timote, pasto ovillo, etc.Aquí se crían las vacas patagonicas.
Sin embargo, en épocas de Invierno, se suele restringir a las vacas hasta parición en campos de “coirones” o pampas. Vale decir, que los mallines se guardan para la época estival y categorías de alta producción.
Los campos también los clasificamos en Patagonia como de invernada y veranada.
Sus nombres lo indican: en verano se echa la hacienda en las partes altas de los campos, que tiene los mejores pastos y mallines, y en invierno (por la nieve, frío) se echan en las partes bajas, mas secas y abrigadas, y no siempre con los mejores pastos.
En los ultimos años esta muy en boga el tema de la fertilizacion y recuperacion de mallines. También la intersiembra de los mismos. El problema sigue siendo lo caro del sistema, como así también la escaces de maquinaria apta y el costo de las mismas.
CARGA ANIMAL:
Para ir terminando, haré una mención al manejo de la carga animal en Patagonia. Por supuesto esto no es matematico sino orientativo.
Las receptividad (carga potencial) de los campos las medimos acá en animales por legua, y me refiero en campos extensivos, de cria ovina, ya que en campos chicos con cria de vacunos, podemos utilizar las mismas expresiones que en la pampa humeda.
En promedio:
Receptividad baja : 200-300 ovinos por legua (2500 has) – campo malo
Receptividad media: 500-600 ovinos por legua – campo regular
Receptividad buena : 700-900 ovinos por legua- campo bueno
Receptividad muy buena: hasta 1200-1500 animales por legua – campo muy bueno o excelente.
En zona de cordillera y precordillera estan las mas altas capacidades de carga.
El INTA tiene una expresion llamada UGO (unidad ganadera ovina) que es una version mejorada del EQUIVALENTE OVEJA.
1 UGO: son los requerimientos anuales de un capon de 40 kgs.
MANEJO:
El manejo logico de éstas especies naturales es el que preserve su permanencia en el suelo, ya que una vez que se pierdan, no se vuelven a recuperar!! Imposible la resiembra de estas especies.
Un mal manejo de los campos patagonicos, sumado a las condiciones climaticas adversas y a la falta de rentabilidad, es lo que llevo a erosionar gran parte de su superficie.
El manejo es bastante dificil de establecerlo como una norma que se adapte a cada suelo, ya que cada campo es un mundo diferente!. Pero aquí voy a dar mi opinion de acuerdo a mi experiencia.
Lo mas dificil es establecer la carga optima para el cuadro en cuestion. Esto lleva mucho tiempo de pruebas, etc. Ademas hay contingencias a tener en cuenta como son los predadores (zorro colorado-puma), que son a veces factores determinantes en el uso de un determinado cuadro.
Otros factores: cantidad de agua,distancia a la misma, alambrados (estado de los mismos), calidad de vecinos, etc.
En Patagonia, es sabido que la gran mayoria de los alambrados está en condiciones pobrisimas, lo que dificulta el manejo de los cuadros, y hace que se pastoreen unos más que otros. A esto se le suma que el ganadero ya no puede tener la cantidad de personal que tenia años atrás...Es decir se arma toda una cadena de problemas.-
A manera de reseña:
Los coirones forrajeros son pastos “de todo el año”. Con esto quiero decir, que si se usan bien, se pueden pastorear todo el año, logicamente con los cambios de cuadros correspondientes. El crecimiento de los pastos se produce en Primavera y verano, y muy poco o casi nada en Otoño. Es más, si la primavera no viene calurosa, como suele suceder, el crecimiento se retrasa hasta Octubre-Noviembre.
Las lluvias se producen en Otoño-Invierno y algo menos en primavera. Nada en verano (por lo menos como promedio historico).
Los mallines, como tienen agua casi permanente en las napas del suelo, aguantan todo el pastoreo en este momento del año, sumado a los campos de veranada que son usados desde Diciembre hasta Marzo-Abril.-
Durante este tiempo, se dejan descansar los campos de invierno (campos de pampas de coirones), para ser usados a partir de fines de abril y ppios de mayo. Calendario animal:(promedio)
OVINOS:
SERVICIO: Abril – Mayo (45 dias), fecha depende de la zona
PARICION: Septiembre – Octubre
SEÑALADAS: Nov-Dic
DESTETE: Feb-Mar
BOVINOS:
SERVICIO: NOV-DIC-ENE / DIC-ENE-FEB – depende de la zona, clima, tener en cuenta que terneros que nacen Agosto en cordillera, puede ser un problema la nieve)
PARICION: SEP-OCT-NOV / OCT-NOV-DIC (idem)
MARCACION: Febrero-Marzo
DESTETE: Mayo
Por el Ing.P.A. Omar J. Yagüe - 04/04/2002
A manera de introducción:
La topografía patagónica varía mucho desde la zona de cordillera y precordillera, con precipitaciones mas altas (lluvia y nieve) y por lo tanto mayor calidad de especies forrajeras, hasta la zona costera, de menores lluvias, y menor potencial forrajero.
Sin embargo, dentro de estas zonas tan diferentes, también existen las excepciones, y así encontramos campos pobres en la precordillera, y campos muy buenos en la costa.
Pero, se puede decir que hay una escala de mayor a menor potencial en dirección Oeste-Este, de la Patagonia.
El problema principal en esta gran diversidad de topografías, paisajes, etc., es lógicamente las diferencias de lluvias y cantidad de nieve caída. Esto lleva a que la recuperación de campos no es la misma en la cordillera y precordillera que en la zona de meseta central y costa patagónica, donde se encuentran los mayores problemas de desertificacion.
Dentro de las especies que encontramos en un campo natural característico de la Patagonia , tenemos: (Clasificación INTA ESQUEL – listado abreviado)
Escala:
0 - ningún valor forrajero 5 – máximo valor forrajero
Especie
Valor Forrajero
Gramíneas:
Stipa tenuis – “flechilla”
4
Stipa humilis – “coirón llama”
0
Stipa speciosa - "coirón amargo"
2
Poa ligularis – “coirón poa”
5
Poa lanuginosa – “pasto hebra”
3
Sporobolus rigens – “unquillo”
0
Bromus brevis – “cebadilla pampeana”
5
Hordeum comosum – “cola de zorro”
5
Festuca Argentina – “huecú”
0
Arbustos y subarbustos:
Schinus polygamus – “molle”
1
Mulinum spinosum – “neneo”
1
Prosopis denudans – “algarrobillo”
2
Trevoa patagónica – “malaspina”
0
Berberis heterophylla – “calafate”
0
Acantholippia seriphioides – “tomillo”
2
Nassauvia glomerulosa – “cola de piche”
2
Nassauvia ulicina – “manca perro”
0
Chuquiraga histrix – “uña de gato”
2
Adesmia campestris – “mamuel choique”
2
De todas estas, las gramíneas son las que mayor valor forrajero aportan. Pero como se ve en el cuadro, no todas son forrajeras.
Una forma de identificar a simple vista pastos no forrajeros a campo, es el tamaño de las plantas comparado con los que son comidos por los animales, excepto cuando el campo esta totalmente degradado, lo que significa que los animales han tenido que comer también estos pastos, por ejemplo en Inviernos muy crudos, con nieve, etc. Pero generalmente, en campos “normales” esto se puede apreciar
Cuando hablo de animales, me refiero a ganado ovino, ya que los vacunos se crían en valles denominados mallines, que son áreas de mucha humedad y fertilidad (similar a la mejor pastura de la pampa húmeda). Mas adelante hago una reseña de esto
El Inta ha desarrollado un método de reconocimiento de especies forrajeras a campo y recuento de las mismas, para poder establecer la carga animal optima para el cuadro o potrero.
Los arbustos y subarbustos, son en mi opinión, muy importantes en ciertas épocas del año.
En inviernos muy nevadores, donde la nieve tapa prácticamente todo el suelo y el pasto, las ovejas ramonean estos arbustos para subsistir.
Algunos como el neneo y el mamuel choique son muy comidos en Primavera hasta mediados del verano (los animales comen los brotes florales).En zonas muy degradadas, estos representan una enorme “ayuda”.
El “neneo” es muy apetecido por las ovejas, y tal es así, que llega a dar un sabor amargo a la carne de los corderos, en zonas donde escasean mejores pastos, y los animales se ven obligados a comer de este arbusto.
El coiron Poa, y el pasto hebra (valor forrajero 5), son excelentes para el ganado, pero lamentablemente, por ser tan apetecidos, son los que primero desaparecen del suelo. Realmente cuesta mucho verlos en el campo, en zonas degradadas. Estos pastos, para que tengan una idea, pueden tener una altura de 2-3 cm en campos regulares hasta 7-8 cm en campos buenos o descansados. Realmente son pastos de escaso porte.
Otro aporte forrajero lo dan las “gramíneas de estación” como las solemos llamar. Crecen en rincones húmedos del campo, aprovechando la humedad de la primavera, pero duran muy poco tiempo (dependiendo de la humedad del suelo). Con esto me refiero, a que no son parte del “elenco estable” del forraje del campo. Dentro de estas tenemos por ejemplo: la flechilla. Y algunas especies de cebadillas.
También tenemos especies tóxicas: como el coirón huecú (Festuca Argentina). Este coiron es parasitado por un hongo que produce una toxicidad en el ganado llamado “borrachera”. Los lanares difícilmente lo comen, pero los bovinos y los equinos los suelen comer en el invierno, cuando esta húmedo por las lluvias. Además, es un pasto que siempre esta verde y es muy “tentador”. Se reconoce muy fácilmente a campo, por su gran tamaño y su verdor casi constante. Se imaginan, que cuando nieva mucho, este coirón generalmente queda descubierto por su tamaño, y las vacas tienden a comerlo. La enfermedad generalmente es leve, pero hay que tratarlos urgentemente con anticiánicos, ya que de lo contrario pueden morir.
En los campos patagónicos, es muy común la presencia de aguadas, manantiales o surgentes. Alrededor de estos “oasis” se instalan especies mucho más tiernas, y podemos encontrar: trébol blanco, rojo, ray grass, cebadilla, timote, etc.
Cuando estas áreas son más o menos extensas, se los denomina mallines. Los mallines generalmente se forman en los valles circundados por montañas, donde las aguas escurren hasta ellos.
Estos lugares, son excepcionales por su producción a través de todo el año. Aquí tenemos las mejores especies forrajeras que se puedan imaginar: Ray grass, cebadilla, tréboles de todo tipo, timote, pasto ovillo, etc.Aquí se crían las vacas patagonicas.
Sin embargo, en épocas de Invierno, se suele restringir a las vacas hasta parición en campos de “coirones” o pampas. Vale decir, que los mallines se guardan para la época estival y categorías de alta producción.
Los campos también los clasificamos en Patagonia como de invernada y veranada.
Sus nombres lo indican: en verano se echa la hacienda en las partes altas de los campos, que tiene los mejores pastos y mallines, y en invierno (por la nieve, frío) se echan en las partes bajas, mas secas y abrigadas, y no siempre con los mejores pastos.
En los ultimos años esta muy en boga el tema de la fertilizacion y recuperacion de mallines. También la intersiembra de los mismos. El problema sigue siendo lo caro del sistema, como así también la escaces de maquinaria apta y el costo de las mismas.
CARGA ANIMAL:
Para ir terminando, haré una mención al manejo de la carga animal en Patagonia. Por supuesto esto no es matematico sino orientativo.
Las receptividad (carga potencial) de los campos las medimos acá en animales por legua, y me refiero en campos extensivos, de cria ovina, ya que en campos chicos con cria de vacunos, podemos utilizar las mismas expresiones que en la pampa humeda.
En promedio:
Receptividad baja : 200-300 ovinos por legua (2500 has) – campo malo
Receptividad media: 500-600 ovinos por legua – campo regular
Receptividad buena : 700-900 ovinos por legua- campo bueno
Receptividad muy buena: hasta 1200-1500 animales por legua – campo muy bueno o excelente.
En zona de cordillera y precordillera estan las mas altas capacidades de carga.
El INTA tiene una expresion llamada UGO (unidad ganadera ovina) que es una version mejorada del EQUIVALENTE OVEJA.
1 UGO: son los requerimientos anuales de un capon de 40 kgs.
MANEJO:
El manejo logico de éstas especies naturales es el que preserve su permanencia en el suelo, ya que una vez que se pierdan, no se vuelven a recuperar!! Imposible la resiembra de estas especies.
Un mal manejo de los campos patagonicos, sumado a las condiciones climaticas adversas y a la falta de rentabilidad, es lo que llevo a erosionar gran parte de su superficie.
El manejo es bastante dificil de establecerlo como una norma que se adapte a cada suelo, ya que cada campo es un mundo diferente!. Pero aquí voy a dar mi opinion de acuerdo a mi experiencia.
Lo mas dificil es establecer la carga optima para el cuadro en cuestion. Esto lleva mucho tiempo de pruebas, etc. Ademas hay contingencias a tener en cuenta como son los predadores (zorro colorado-puma), que son a veces factores determinantes en el uso de un determinado cuadro.
Otros factores: cantidad de agua,distancia a la misma, alambrados (estado de los mismos), calidad de vecinos, etc.
En Patagonia, es sabido que la gran mayoria de los alambrados está en condiciones pobrisimas, lo que dificulta el manejo de los cuadros, y hace que se pastoreen unos más que otros. A esto se le suma que el ganadero ya no puede tener la cantidad de personal que tenia años atrás...Es decir se arma toda una cadena de problemas.-
A manera de reseña:
Los coirones forrajeros son pastos “de todo el año”. Con esto quiero decir, que si se usan bien, se pueden pastorear todo el año, logicamente con los cambios de cuadros correspondientes. El crecimiento de los pastos se produce en Primavera y verano, y muy poco o casi nada en Otoño. Es más, si la primavera no viene calurosa, como suele suceder, el crecimiento se retrasa hasta Octubre-Noviembre.
Las lluvias se producen en Otoño-Invierno y algo menos en primavera. Nada en verano (por lo menos como promedio historico).
Los mallines, como tienen agua casi permanente en las napas del suelo, aguantan todo el pastoreo en este momento del año, sumado a los campos de veranada que son usados desde Diciembre hasta Marzo-Abril.-
Durante este tiempo, se dejan descansar los campos de invierno (campos de pampas de coirones), para ser usados a partir de fines de abril y ppios de mayo. Calendario animal:(promedio)
OVINOS:
SERVICIO: Abril – Mayo (45 dias), fecha depende de la zona
PARICION: Septiembre – Octubre
SEÑALADAS: Nov-Dic
DESTETE: Feb-Mar
BOVINOS:
SERVICIO: NOV-DIC-ENE / DIC-ENE-FEB – depende de la zona, clima, tener en cuenta que terneros que nacen Agosto en cordillera, puede ser un problema la nieve)
PARICION: SEP-OCT-NOV / OCT-NOV-DIC (idem)
MARCACION: Febrero-Marzo
DESTETE: Mayo
Vegetacion patagonica
FLORA NATIVA ESPECIES PATAGÓNICAS
La información contenida en esta sección fue gentilmente cedida por Ferro Leonardo , Molares Soledad y Néstor Wilvers autores de la publicación: "EDUCANDO CON LAS PLANTAS NATIVAS DE LA ESTEPA PATAGONICA" a quienes agradecemos su esfuerzo e interés por la divulgación de nuestra querida patagonia.Para comunicarse con Leonardo Ferro: leo_chubut@hotmail.com La misma se encuentra se encuentra dividida en en tres partes:Nuestras Plantas Flores de la Estepa Fitogegrafía
NUESTRAS PLANTAS (Todas las imágenes se pueden ampliar)
QuilimbaiNombre científico: Chuquiraga avellanedae LorentzFamilia: AsteraceaeOtros nombres comunes: “Mataquerosén”, “Quilembai”.Características generales: Es un arbusto perenne, de forma redondeada, de 0,5 a 1,5 metros de alto. Las hojas son coriáceas, brillantes, elípticas, terminadas en un mucrón. De las axilas de las hojas surgen dos espinas amarillas que contrastan con el verde del follaje. Las flores se encuentran reunidas en capítulos, y son de color amarillo muy vistosas. Los frutos, denominados cipselas, son largos y densamente velludos, siendo dispersados por el viento entre los meses de Marzo y Mayo.La floración se produce desde Octubre hasta bien entrado el Otoño. Usos:Medicinal y ornamental.En el período estival, debido a la declinación de otras especies vegetales, las flores constituyen un recurso alimenticio para la hacienda. Observaciones:La típica forma redondeada que la caracteriza, genera un microambiente apto para el crecimiento dentro de sí, de numerosas otras especies vegetales, por lo que se la considera una especie “nodriza”.
MolleNombre científico: Schinus L.Familia: Anacardiaceae Características generales: Son arbustos de aproximadamente 1,5 metros de alto, con ramas espinescentes y follaje abundante. Las hojas tienen textura coriácea, y al estrujarse entre los dedos despiden un agradable aroma producto de la presencia de aceites esenciales. Las flores se disponen a modo de racimos, son de color amarillo y comienzan a aparecer a fines de noviembre. Los frutos son drupas globosas de color violeta que maduran entre febrero y mayo. Frecuentemente aparecen parasitadas por un insecto formador de agallas, el que genera que la planta reaccione al ataque formando estructuras leñosas y globosas en los tallos, las que suelen confundirse con los frutos.Usos: Leñatera, comestible, medicinal y tintórea.La resina obtenida de su madera fue utilizada por los Tehuelches para la fabricación del “mastic”, que sirvió de pegamento para unir los hastiles a las puntas de flecha.Observaciones:Las diferentes especies del género Schinus conocidas como Molle pueden distinguirse por comparación de sus hojas, las que suelen tener diferentes tipos de bordes y formas.
CharcaoNombre científico: Senecio filaginoides De Candolle Familia: AstereceaeOtros nombres comunes: “Yuyo moro”, “Romerillo”, “Mata mora”, “Charcao plateado”.Características generales: Es un arbusto perenne de 0,5 a 1 metro de alto, muy ramoso y de color verde ceniciento. Los tallos son cilíndricos y hojosos hasta el ápice. Las hojas son lineales, alternas y pequeñas, y dada su fina pubescencia pueden sentirse sedosas al tacto. Las flores son amarillas y se disponen en capítulos. La floración se produce entre diciembre y febrero.El fruto es una cipsela que aparece entre febrero y marzo.Esta especie, como otros integrantes del género, presenta un fuerte aroma producto de la presencia de aceites esenciales. La aromaticidad es un carácter que colabora para su reconocimiento en el campo.Usos:Medicinal.Observaciones:Es una planta que coloniza rápidamente los suelos deteriorados por el sobrepastoreo o por los procesos eólicos.
CalafateNombre científico: Berberis heterophylla Juss.Familia: BerberidaceaeCaracterísticas generales: Es un arbusto de 1 a 1,5 metros de alto, muy ramoso y espinoso. Las espinas se ramifican en tres, son rígidas, punzantes, de color amarillo brillante, pudiendo llegar a medir hasta más de tres centímetros de longitud. Las hojas son coriáceas, espatuladas, enteras o con 3-5 dientes, con colores que varían desde el verde a los ocres y rojizos en invierno. Las flores son amarillas y solitarias. Cuando los tallos son jóvenes son de color rojo. El fruto es una baya globosa y carnosa negro-azulada.Usos: Comestible, tintórea, medicinal y leñatera.Dadas las bellas tonalidades que adquiere el follaje a lo largo del año, es una planta que puede utilizarse como ornamental. Asimismo, debido a su porte y forma de crecimiento, puede ser utilizada para la confección de setos vivos.De bajo valor forrajero, las ovejas ramonean los frutos y brotes tiernos.
YaoyínNombre científico: Lycium chilense Miers ex BerteroFamilia: SolanaceaeOtros nombres comunes: “Yauyín”, “Coralillo”, “Mata mora”, “Llaullín”.Características generales:Es un arbusto de alrededor de 1,5 metros de alto, con ramas rectas y flexibles, generalmente espiniformes. Las hojas son lineares, de 1 a 3 cm de longitud, alternas o en fascículos, y caedizas. Las flores son axilares, generalmente solitarias, con forma de embudo, blancas y con el borde e interior morados. El fruto es una baya carnosa, de aspecto globoso, roja o anaranjada, con varias semillas.Usos: Forrajera, leñatera, comestible y tintórea.Observaciones:Vive en lugares asoleados, abiertos o cañadones, donde se encuentre más protegida del viento.
Botón de OroNombre científico: Grindelia chiloensis (Corn.) CabreraFamilia: AsteraceaeOtros nombres comunes: “Melosa”, “Melosilla”Características generales:Es una mata ramosa, de 30 a 80 cm de alto, con tallos ascendentes, glutinosos y densamente hojosos en la parte basal, y con menos hojas en la parte superior. Las hojas son largas, enteras, aserradas en el margen y glutinosas. Las flores son de color amarillo y se agrupan en bellos capítulos solitarios. El fruto es una cipsela larga y algo comprimida.Es una especie con un aroma característicamente dulce-resinoso.Usos: Medicinal y ornamental.Observaciones:Coloniza rápidamente los suelos removidos y erosionados.Se multiplica por división de matas y esquejes.
NeneoNombre científico: Mulinum spinosum (Cav.) Pers.Familia: ApiaceaeCaracterísticas generales:Es una mata espinosa, con forma de cojín que puede llegar a medir hasta 1,2 metros de alto. Las hojas se dividen en tres y terminan en espina. Las flores son de color amarillo-verdoso y se agrupan en inflorescencias llamadas umbelas. El fruto seco se denomina esquizocarpo, es anchamente alado y de forma ovoidea.Usos: Medicinal.De importancia forrajera, es buscada por los ovinos en primavera y verano, los que consumen los brotes tiernos, flores y frutos.
ChupasangreNombre científico: Maihuenia patagonica (Phil.) Britton et RoseFamilia: CactaceaeOtros nombres comunes: “Yerba del guanaco”, “Siempreverde”, “Tuna”Características generales:Es una planta con forma de cojín, de 20 a 30 cm de alto, densamente espinosa. Las espinas aparecen en número de tres, la central con una longitud media de 3 cm y las laterales con una long media de 0,8 cm, son de color amarillo verdoso, blanco, gris o rojizas. Las hojas son carnosas, muy pequeñas, de entre 2 y 4mm de long. Las flores son acampanadas, grandes y de color blanco-rosadas, apareciendo entre enero y febrero. El fruto es subseco, globoso, de aproximadamente 2 cm de diámetro y de color verde amarillento, aparece en febrero.Usos:Medicinal y comestible.
Mamuel ChoiqueNombre científico: Adesmia volckmanni PhilippiFamilia: FabaceaeCaracterísticas generales: Es un arbusto de 0,30-1,50 metros de alto, leñoso, erecto y espinoso, de ramas castaño-grisáceas o cobrizas, rugosas o lisas. Las espinas son simples o 2-5 divididas. Las hojas son compuestas, con 3-4 pares de folíolos pequeños cada una. Las flores se encuentran sobre pequeñas ramitas o sobre las espinas, son amarillas con líneas pardo rojizas, y se agrupan en racimos. El fruto es un lomento con largas cerdas plumosas que lo revisten.Usos:LeñateraObservaciones:El origen de su nombre popular deriva del color grisáceo de sus ramas y el aspecto de sus espinas, semejantes al plumaje y patas del Choique o Ñandú patagónico.
ColapicheNombre científico: Nassauvia axillaris (Lag.) Don.Familia: AstereceaeCaracterísticas generales:Es un arbusto perenne de aproximadamente 0.5 metros de alto, con ramas largas cubiertas de hojas lineales y espinescentes y ramitas laterales muy cortas cubiertas por pequeñas hojas reunidas en rosetas.Las flores son de color blanco y se agrupan en capítulos dispuestos en falsas espigas densas, que surgen del centro de las rosetas superiores. El fruto es una cipsela velluda.Observaciones: Se ha notado que la población de Colapiche se encuentra en proceso de crecimiento, lo que se supone está relacionado con la baja preferencia alimenticia que tiene el ganado sobre ella.
FITOGEOGRAFIARegión NeotropicalEsta región se extiende por América Central, las islas del Caribe y toda América del Sur, con excepción de la Cordillera austral. Se caracteriza por la presencia de selvas tropicales, bosques xerófilos (bosques que crecen en ambientes secos) y sabanas de gramíneas. Entre las familias más importantes se destacan las Moráceas, a la que pertenece por ejemplo la “Mora” y el “Higuerón” de Sudamérica; Lauráceas, con ejemplares como el “Aguacate” de Argentina, Bolivia, Perú, etc; Euphorbiáceas, entre las que se cuentan la “Yuca” y las “Mandiocas”. Siendo exclusivas para la región las Cactáceas, los “Cactus”; Bromeliáceas, con el “Ananá” y el “Clavel del aire”, entre otros; Tropeoláceas, con integrantes como “el taco de Reina”; Malesherbiáceas, a la que pertenece por ejemplo el “Aroma del campo” y “el aroma de la montaña” de la Patagonia Argentina; etc.Dominio Andino-PatagónicoEn la República Argentina este Dominio se extiende por todo el extremo occidental del país, cubriendo la Puna y la Cordillera Andina desde el límite con Bolivia hasta el sur de Mendoza. Aquí comienza a ensancharse hacia el este sobre las mesetas y sierras patagónicas, llegando hasta el Atlántico en Chubut y Santa Cruz. Su clima es frío y seco, con heladas casi todo el año y nevadas en invierno.Se caracteriza por la escasez de familias endémicas (oriundas del Dominio), existiendo en cambio, una gran riqueza en géneros autóctonos de los más diversos grupos. Las familias de mayor importancia por su riqueza en géneros y especies son las Compuestas (“Botón de oro”, “Charcao”, “Mutisias”, “Ameguinoa”, etc.), Gramíneas (“Coirón”, “Cortadera”, “Agropiro”, etc), Verbenáceas (“Tomillo del campo”, “Verbena”, etc.), Solanáceas (“Natre”, “Fabiana”, “Palo piche”, “Mata laguna”, etc.), etc. Las Leguminosas están representadas por pocos géneros, pero a veces con numerosas especies, como Adesmia (“Paramela”, “Mamuel choique”, etc.) y Astragalus (“Yerba loca”, “Violeta”, “Mata caballo”, etc.).La vegetación dominante es la estepa arbustiva o la estepa herbácea, con formas extremas de adaptación al viento y a la sequía. Raramente se encuentran árboles. En los lugares donde existen manantiales o se acumula agua se forman praderas anegadas, llamadas “vegas” en la Cordillera y “mallines” en la Patagonia.Provincia PatagónicaSe extiende desde el centro de la Precordillera de Mendoza hacia el sur, ensanchándose paulatinamente hasta ocupar la parte occidental de Neuquén y Río Negro, gran parte del Chubut, casi todo Santa Cruz y el norte de Tierra del Fuego. Cubre mesetas y montañas bajas con suelos esqueléticos arenoso-pedregosos, bajo un clima seco y frío con vientos intensos, fuertes nevadas durante el invierno y heladas casi todo el año. La temperatura media varía desde 5 ¾C a 13, 4 ¾C, mientras que la precipitación lo hace desde 100 a 270 mm anuales según los puntos considerados. La vegetación dominante es la estepa arbustiva, con matas sin hojas, con hojas reducidas o espinosas, o bien con predominancia de especies en cojín. Entre los arbustos crecen gramíneas y dicotiledóneas herbáceas muy perseguidas por el ganado. En los distritos más húmedos predominan estepas graminosas.Distrito Patagónico CentralPresenta una vegetación esteparia mixta de gramíneas y arbustos. Las comunidades más sobresalientes son las estepas de Quilimbay (Chuquiraga avellanedae), Colapiche (Nassauvia glomerulosa) y Coirón (Stipa spp.). En los cañadones y zonas más protegidas suelen aparecer arbustos más elevados, como el Calafate (Berberis heterophylla), el Molle (Schinus roiggi y S. johnstonii), la Mata negra (Junellia tridens), el Yaoyín (Lycium chilense), la Mata negra (Junellia ligustrina) y otros.
La información contenida en esta sección fue gentilmente cedida por Ferro Leonardo , Molares Soledad y Néstor Wilvers autores de la publicación: "EDUCANDO CON LAS PLANTAS NATIVAS DE LA ESTEPA PATAGONICA" a quienes agradecemos su esfuerzo e interés por la divulgación de nuestra querida patagonia.Para comunicarse con Leonardo Ferro: leo_chubut@hotmail.com La misma se encuentra se encuentra dividida en en tres partes:Nuestras Plantas Flores de la Estepa Fitogegrafía
NUESTRAS PLANTAS (Todas las imágenes se pueden ampliar)
QuilimbaiNombre científico: Chuquiraga avellanedae LorentzFamilia: AsteraceaeOtros nombres comunes: “Mataquerosén”, “Quilembai”.Características generales: Es un arbusto perenne, de forma redondeada, de 0,5 a 1,5 metros de alto. Las hojas son coriáceas, brillantes, elípticas, terminadas en un mucrón. De las axilas de las hojas surgen dos espinas amarillas que contrastan con el verde del follaje. Las flores se encuentran reunidas en capítulos, y son de color amarillo muy vistosas. Los frutos, denominados cipselas, son largos y densamente velludos, siendo dispersados por el viento entre los meses de Marzo y Mayo.La floración se produce desde Octubre hasta bien entrado el Otoño. Usos:Medicinal y ornamental.En el período estival, debido a la declinación de otras especies vegetales, las flores constituyen un recurso alimenticio para la hacienda. Observaciones:La típica forma redondeada que la caracteriza, genera un microambiente apto para el crecimiento dentro de sí, de numerosas otras especies vegetales, por lo que se la considera una especie “nodriza”.
MolleNombre científico: Schinus L.Familia: Anacardiaceae Características generales: Son arbustos de aproximadamente 1,5 metros de alto, con ramas espinescentes y follaje abundante. Las hojas tienen textura coriácea, y al estrujarse entre los dedos despiden un agradable aroma producto de la presencia de aceites esenciales. Las flores se disponen a modo de racimos, son de color amarillo y comienzan a aparecer a fines de noviembre. Los frutos son drupas globosas de color violeta que maduran entre febrero y mayo. Frecuentemente aparecen parasitadas por un insecto formador de agallas, el que genera que la planta reaccione al ataque formando estructuras leñosas y globosas en los tallos, las que suelen confundirse con los frutos.Usos: Leñatera, comestible, medicinal y tintórea.La resina obtenida de su madera fue utilizada por los Tehuelches para la fabricación del “mastic”, que sirvió de pegamento para unir los hastiles a las puntas de flecha.Observaciones:Las diferentes especies del género Schinus conocidas como Molle pueden distinguirse por comparación de sus hojas, las que suelen tener diferentes tipos de bordes y formas.
CharcaoNombre científico: Senecio filaginoides De Candolle Familia: AstereceaeOtros nombres comunes: “Yuyo moro”, “Romerillo”, “Mata mora”, “Charcao plateado”.Características generales: Es un arbusto perenne de 0,5 a 1 metro de alto, muy ramoso y de color verde ceniciento. Los tallos son cilíndricos y hojosos hasta el ápice. Las hojas son lineales, alternas y pequeñas, y dada su fina pubescencia pueden sentirse sedosas al tacto. Las flores son amarillas y se disponen en capítulos. La floración se produce entre diciembre y febrero.El fruto es una cipsela que aparece entre febrero y marzo.Esta especie, como otros integrantes del género, presenta un fuerte aroma producto de la presencia de aceites esenciales. La aromaticidad es un carácter que colabora para su reconocimiento en el campo.Usos:Medicinal.Observaciones:Es una planta que coloniza rápidamente los suelos deteriorados por el sobrepastoreo o por los procesos eólicos.
CalafateNombre científico: Berberis heterophylla Juss.Familia: BerberidaceaeCaracterísticas generales: Es un arbusto de 1 a 1,5 metros de alto, muy ramoso y espinoso. Las espinas se ramifican en tres, son rígidas, punzantes, de color amarillo brillante, pudiendo llegar a medir hasta más de tres centímetros de longitud. Las hojas son coriáceas, espatuladas, enteras o con 3-5 dientes, con colores que varían desde el verde a los ocres y rojizos en invierno. Las flores son amarillas y solitarias. Cuando los tallos son jóvenes son de color rojo. El fruto es una baya globosa y carnosa negro-azulada.Usos: Comestible, tintórea, medicinal y leñatera.Dadas las bellas tonalidades que adquiere el follaje a lo largo del año, es una planta que puede utilizarse como ornamental. Asimismo, debido a su porte y forma de crecimiento, puede ser utilizada para la confección de setos vivos.De bajo valor forrajero, las ovejas ramonean los frutos y brotes tiernos.
YaoyínNombre científico: Lycium chilense Miers ex BerteroFamilia: SolanaceaeOtros nombres comunes: “Yauyín”, “Coralillo”, “Mata mora”, “Llaullín”.Características generales:Es un arbusto de alrededor de 1,5 metros de alto, con ramas rectas y flexibles, generalmente espiniformes. Las hojas son lineares, de 1 a 3 cm de longitud, alternas o en fascículos, y caedizas. Las flores son axilares, generalmente solitarias, con forma de embudo, blancas y con el borde e interior morados. El fruto es una baya carnosa, de aspecto globoso, roja o anaranjada, con varias semillas.Usos: Forrajera, leñatera, comestible y tintórea.Observaciones:Vive en lugares asoleados, abiertos o cañadones, donde se encuentre más protegida del viento.
Botón de OroNombre científico: Grindelia chiloensis (Corn.) CabreraFamilia: AsteraceaeOtros nombres comunes: “Melosa”, “Melosilla”Características generales:Es una mata ramosa, de 30 a 80 cm de alto, con tallos ascendentes, glutinosos y densamente hojosos en la parte basal, y con menos hojas en la parte superior. Las hojas son largas, enteras, aserradas en el margen y glutinosas. Las flores son de color amarillo y se agrupan en bellos capítulos solitarios. El fruto es una cipsela larga y algo comprimida.Es una especie con un aroma característicamente dulce-resinoso.Usos: Medicinal y ornamental.Observaciones:Coloniza rápidamente los suelos removidos y erosionados.Se multiplica por división de matas y esquejes.
NeneoNombre científico: Mulinum spinosum (Cav.) Pers.Familia: ApiaceaeCaracterísticas generales:Es una mata espinosa, con forma de cojín que puede llegar a medir hasta 1,2 metros de alto. Las hojas se dividen en tres y terminan en espina. Las flores son de color amarillo-verdoso y se agrupan en inflorescencias llamadas umbelas. El fruto seco se denomina esquizocarpo, es anchamente alado y de forma ovoidea.Usos: Medicinal.De importancia forrajera, es buscada por los ovinos en primavera y verano, los que consumen los brotes tiernos, flores y frutos.
ChupasangreNombre científico: Maihuenia patagonica (Phil.) Britton et RoseFamilia: CactaceaeOtros nombres comunes: “Yerba del guanaco”, “Siempreverde”, “Tuna”Características generales:Es una planta con forma de cojín, de 20 a 30 cm de alto, densamente espinosa. Las espinas aparecen en número de tres, la central con una longitud media de 3 cm y las laterales con una long media de 0,8 cm, son de color amarillo verdoso, blanco, gris o rojizas. Las hojas son carnosas, muy pequeñas, de entre 2 y 4mm de long. Las flores son acampanadas, grandes y de color blanco-rosadas, apareciendo entre enero y febrero. El fruto es subseco, globoso, de aproximadamente 2 cm de diámetro y de color verde amarillento, aparece en febrero.Usos:Medicinal y comestible.
Mamuel ChoiqueNombre científico: Adesmia volckmanni PhilippiFamilia: FabaceaeCaracterísticas generales: Es un arbusto de 0,30-1,50 metros de alto, leñoso, erecto y espinoso, de ramas castaño-grisáceas o cobrizas, rugosas o lisas. Las espinas son simples o 2-5 divididas. Las hojas son compuestas, con 3-4 pares de folíolos pequeños cada una. Las flores se encuentran sobre pequeñas ramitas o sobre las espinas, son amarillas con líneas pardo rojizas, y se agrupan en racimos. El fruto es un lomento con largas cerdas plumosas que lo revisten.Usos:LeñateraObservaciones:El origen de su nombre popular deriva del color grisáceo de sus ramas y el aspecto de sus espinas, semejantes al plumaje y patas del Choique o Ñandú patagónico.
ColapicheNombre científico: Nassauvia axillaris (Lag.) Don.Familia: AstereceaeCaracterísticas generales:Es un arbusto perenne de aproximadamente 0.5 metros de alto, con ramas largas cubiertas de hojas lineales y espinescentes y ramitas laterales muy cortas cubiertas por pequeñas hojas reunidas en rosetas.Las flores son de color blanco y se agrupan en capítulos dispuestos en falsas espigas densas, que surgen del centro de las rosetas superiores. El fruto es una cipsela velluda.Observaciones: Se ha notado que la población de Colapiche se encuentra en proceso de crecimiento, lo que se supone está relacionado con la baja preferencia alimenticia que tiene el ganado sobre ella.
FITOGEOGRAFIARegión NeotropicalEsta región se extiende por América Central, las islas del Caribe y toda América del Sur, con excepción de la Cordillera austral. Se caracteriza por la presencia de selvas tropicales, bosques xerófilos (bosques que crecen en ambientes secos) y sabanas de gramíneas. Entre las familias más importantes se destacan las Moráceas, a la que pertenece por ejemplo la “Mora” y el “Higuerón” de Sudamérica; Lauráceas, con ejemplares como el “Aguacate” de Argentina, Bolivia, Perú, etc; Euphorbiáceas, entre las que se cuentan la “Yuca” y las “Mandiocas”. Siendo exclusivas para la región las Cactáceas, los “Cactus”; Bromeliáceas, con el “Ananá” y el “Clavel del aire”, entre otros; Tropeoláceas, con integrantes como “el taco de Reina”; Malesherbiáceas, a la que pertenece por ejemplo el “Aroma del campo” y “el aroma de la montaña” de la Patagonia Argentina; etc.Dominio Andino-PatagónicoEn la República Argentina este Dominio se extiende por todo el extremo occidental del país, cubriendo la Puna y la Cordillera Andina desde el límite con Bolivia hasta el sur de Mendoza. Aquí comienza a ensancharse hacia el este sobre las mesetas y sierras patagónicas, llegando hasta el Atlántico en Chubut y Santa Cruz. Su clima es frío y seco, con heladas casi todo el año y nevadas en invierno.Se caracteriza por la escasez de familias endémicas (oriundas del Dominio), existiendo en cambio, una gran riqueza en géneros autóctonos de los más diversos grupos. Las familias de mayor importancia por su riqueza en géneros y especies son las Compuestas (“Botón de oro”, “Charcao”, “Mutisias”, “Ameguinoa”, etc.), Gramíneas (“Coirón”, “Cortadera”, “Agropiro”, etc), Verbenáceas (“Tomillo del campo”, “Verbena”, etc.), Solanáceas (“Natre”, “Fabiana”, “Palo piche”, “Mata laguna”, etc.), etc. Las Leguminosas están representadas por pocos géneros, pero a veces con numerosas especies, como Adesmia (“Paramela”, “Mamuel choique”, etc.) y Astragalus (“Yerba loca”, “Violeta”, “Mata caballo”, etc.).La vegetación dominante es la estepa arbustiva o la estepa herbácea, con formas extremas de adaptación al viento y a la sequía. Raramente se encuentran árboles. En los lugares donde existen manantiales o se acumula agua se forman praderas anegadas, llamadas “vegas” en la Cordillera y “mallines” en la Patagonia.Provincia PatagónicaSe extiende desde el centro de la Precordillera de Mendoza hacia el sur, ensanchándose paulatinamente hasta ocupar la parte occidental de Neuquén y Río Negro, gran parte del Chubut, casi todo Santa Cruz y el norte de Tierra del Fuego. Cubre mesetas y montañas bajas con suelos esqueléticos arenoso-pedregosos, bajo un clima seco y frío con vientos intensos, fuertes nevadas durante el invierno y heladas casi todo el año. La temperatura media varía desde 5 ¾C a 13, 4 ¾C, mientras que la precipitación lo hace desde 100 a 270 mm anuales según los puntos considerados. La vegetación dominante es la estepa arbustiva, con matas sin hojas, con hojas reducidas o espinosas, o bien con predominancia de especies en cojín. Entre los arbustos crecen gramíneas y dicotiledóneas herbáceas muy perseguidas por el ganado. En los distritos más húmedos predominan estepas graminosas.Distrito Patagónico CentralPresenta una vegetación esteparia mixta de gramíneas y arbustos. Las comunidades más sobresalientes son las estepas de Quilimbay (Chuquiraga avellanedae), Colapiche (Nassauvia glomerulosa) y Coirón (Stipa spp.). En los cañadones y zonas más protegidas suelen aparecer arbustos más elevados, como el Calafate (Berberis heterophylla), el Molle (Schinus roiggi y S. johnstonii), la Mata negra (Junellia tridens), el Yaoyín (Lycium chilense), la Mata negra (Junellia ligustrina) y otros.
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